Nasser Zefzafi, una de las principales figuras del movimiento de protesta en la región marroquí del Rif, ha iniciado una huelga de hambre, denunciando «la tortura y el trato inhumano» al que ha sido sometido en prisión.
Según la abogada de una activista, Naima El Gallaf, «la administración penitenciaria no ha cumplido con la ley sobre el tratamiento de los presos».
Dirigiendo a Hirak, el movimiento que promovió y animó las protestas en el Rif entre 2016 y 2017, Zefzafi ha estado detenido desde el año pasado en una prisión de Casablanca. La acusación contra el activista, y otros 53 coacusados, es de haber «atacado la seguridad del Estado». En caso de condena, Zefzafi corre el riesgo de ser condenado a muerte.