Por primera vez desde el inicio de la revuelta popular contra el mandatario del país árabe en marzo, Obama hizo público el pedido de renuncia.
En un comunicado difundido por la Casa Blanca, Obama exigió a Assad *»hacerse a un lado»* y anunció *»sanciones sin precedentes»* para *»profundizar el aislamiento financiero»* de su gobierno e impedir que siga con su campaña represiva.
*»Por el bien del pueblo sirio, ha llegado el momento para el presidente Assad de hacerse a un lado»*, afirmó Obama en el comunicado.
El mandatario explicó que las nuevas sanciones contra Siria buscan aislar aún más a Assad *»e interrumpir su capacidad para financiar una campaña de violencia contra el pueblo sirio»*.
Obama dijo que el futuro sirio debe ser determinado por los propios sirios y por nadie más que ellos.
En ese sentido, el líder demócrata sostuvo que *»Estados Unidos no puede ni va a imponer esta transición de Siria»* sino que *»depende del pueblo sirio elegir a sus líderes»*.
No obstante, Estados Unidos *»apoyará un esfuerzo por una Siria democrática, justa e inclusiva»*, señaló.
Estados Unidos también *»apoyará esta salida presionando al presidente Assad para que se corra del camino de esta transición»*, agregó el presidente norteamericano.
Assad enfrenta desde hace cinco meses una revuelta popular sin precedentes, a la que respondió con una dura represión de manifestaciones y con varias ofensivas militares y sitios a ciudades vistas como bastiones de la disidencia.
Grupos de derechos humanos y grupos opositores sirios afirman que casi 1.800 personas, en su mayoría civiles desarmados, murieron por la represión del levantamiento.
El gobierno sirio niega estas cifras de muertos y dice que la revuelta es una conspiración extranjera instrumentada por fanáticos religiosos y pandillas para desestabilizar a la estratégica nación de Medio Oriente.
En tanto Alemania, Francia y el Reino Unido exigieron hoy -en conjunto- la renuncia del presidente sirio, Bashar al Assad, el mismo día en el que el presidente estadounidense, Barack Obama.
Assad *»perdió toda legitimidad»*, señalaron la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el primer ministro británico, David Cameron, en un comunicado conjunto.
*»Nuestros tres países estiman que el presidente Al Assad, que recurrió a la fuerza militar brutal contra su propio pueblo y que es responsable de la situación, perdió cualquier legitimidad para dirigir el país»*, afirman los tres mandatarios europeos.
*»Lo llamamos a asumir la realidad del rechazo total de su régimen por el pueblo sirio y dejar el camino libre en interés de Siria y de la unidad de su pueblo»*, agregó el texto.
Por su parte, la Unión Europea (UE) instó hoy al presidente de Siria, Basher al Assad, a renunciar a su cargo, en medio de fuertes críticas lanzadas desde Occidente.
La responsable de Política Exterior de la UE, Catherine Ashton, afirmó en un comunicado que *»la Unión Europea toma nota de la pérdida total de legitimidad de Bashar al Assad a los ojos del pueblo sirio y la necesidad de que renuncie a su cargo»*.
Mientras tanto el presidente Assad, aseguró hoy telefónicamente al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, que ordenó la suspensión de las operaciones militares y de las fuerzas de seguridad en todo el ámbito del país.
La medida tomada por el presidente Assad se materializa a cuatro días de una nueva reunión en Ginebra del Consejo de la ONU para los Derechos Humanos que analizará la represión en Siria, según informó la agencia ANSA.
Pese a la decisión de Assad, activistas y testigos oculares denunciaron hoy la muerte de al menos dos civiles en Homs, nuevos arrestos en los suburbios de Damasco, disparos de arma de fuego en Latakia y la presencia de tanques fuera de los centros urbanos de Hama, Dara`a y Dayr az Zor.
*»Siria permanecerá fuerte y seguirá resistiendo»*, advirtió Assad citado hoy por la agencia oficial Sana, frente a las declaraciones de Washington y Europa pidiendo su renuncia.
Por su parte la misión del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU para investigar la represión, afirmó que en Siria *»el conjunto de violaciones de los derechos humanos, con ataques difusos o sistemáticos contra la población civil, podría resultar en crímenes contra la humanidad»*.
El informe de la ONU pidió a las autoridades que *»pongan fin de inmediato a las graves violaciones de los derechos humanos, incluyendo el recurso excesivo a la fuerza, la muerte de manifestantes, torturas y maltratos de detenidos y desapariciones forzadas»*.
También exhortó al Consejo de Seguridad del organismo internacional a considerar la posibilidad de transferir la situación siria a la Corte Penal Internacional (CPI).
En 22 páginas con informes adjuntos, el informe detalla las violaciones y afirma que la ONU tiene información sobre 1.900 personas muertas.
La misión, además, confeccionó una lista confidencial de *»50 presuntos responsables de diversos niveles del gobierno y sus agencias en relación con los incidentes documentados en este informe»*.
Pese a sus repetidos pedidos, los miembros de la misión no pudieron ir a Siria y tuvieron que basarse en testimonios y materiales (videos y fotos), recogidos fuera del país.
El informe cubre el período comprendido entre el 15 de marzo y el 15 de julio, mientras una nueva sesión extraordinaria del Consejo de los Derechos Humanos sobre Siria fue convocada para el lunes que viene en Ginebra.
En tanto hoy el Consejo de Seguridad, con la presencia del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, tratará la cuestión siria.