Poco a poco se fueron concentrando en la Intersección de las Avenidas Independencia y Luro,
mujeres vestidas con polleras cortas y tacos altos. Algunas portaban un cartel que las identificaba
según su actividad: “Puta licendiada”, “Puta fotógrafa”, etc. Distintas organizaciones como Las Juanas,
Amadi, Hijos, Mundo Sin Guerras, fueron parte de la movilización

El origen de estas marchas, surge en Canadá cuando el policía Michael Sanguinetti, dictaba una
Charla sobre prevención de violencia y abuso sexual en la Facultad de Derecho en Toronto. En esa
exposición explicó que las mujeres no debían vestirse “como putas” para evitar ser violadas. Esto
desató una ola de repudio que terminó en una gran movilización. Rápidamente el movimiento tuvo
sus réplicas en España, Inglaterra y Australia. En nuestro país se adaptaron algunas consignas y se
basó en la idea de “No hay excusa para la violencia”!

Las organizadoras explican que hay que apropiarse del término “puta” que se usa para calificar a
quienes no se ajustan al modelo de “chica decente”, ya sea porque deciden tener relaciones sexuales
libres, o porque usan determinada vestimenta. Algunas de las banderas y pancartas llevaban las
frases “Cuando decimos no, es NO”, “NO nos acostumbremos a la violencia”, “Me quieres Puta, me
quieres Santa, me tienes Harta”, “No veas putas, donde hay mujeres libres”, ente otros.

Al finalizar la caminata, se realizó un breve acto en el Monumento a San Martin. Se habló allí de resig
nificar la palabra “puta”, que incluso suele ser utilizado como venganza cuando una mujer se niega a
una relación. Se sostuvo que el acoso callejero es la forma más aceptada de violencia y que algunos
piropos muestran la desigualdad entre sexos.

La Marcha de las Putas tendrá su edición esta semana en Rosario y Buenos Aires.