Luego de la reducción del presupuesto impuesto por el Gobierno a este sector, se han suspendido las investigaciones y los estudios científicos, provocando gran preocupación entre los activistas en esta área.
Los científicos describen los recortes gubernamentales a la investigación como brutales, y afirman que éstos han causado que muchos laboratorios no puedan realizar sus actividades investigativas debido a la escasez de medios; además, alertan que sin dinero los proyectos de investigación se suspenden y los científicos abandonan el país.
En respuesta, el Gobierno de España ha declarado que no tiene presupuesto para invertir en este campo, y que se debe activar el sector privado para compensar esta falta.
El Gobierno de Mariano Rajoy aprobó ajustes por valor de 150.000 millones de euros (unos 195.000 millones de dólares) entre principios de 2012 y finales de 2014, provocando un malestar social que hizo multiplicarse las protestas.