Los estudiantes fueron apoyados, en muchas ciudades del país pero especialmente en Santiago, por la masiva expresión de vecinos de muy diversas comunas, que golpeando las cacerolas expresaron su malestar – tal como se hacía en los años de Dictadura – contra la represión brutal de este gobierno.

El llamado a manifestarse de este modo fue hecho por los estudiantes universitarios después de que las fuerzas especiales de la policía blindaran Plaza Italia y ocuparan las calles del centro de Santiago, con sus gases lacrimógenos y carros lanza agua, reprimiendo indiscriminadamente a los transeúntes, pero especialmente a los estudiantes secundarios movilizados, jóvenes menores de edad.

La respuesta que dio la población de casi todas las comunas fue la de un masivo caceroleo que comenzó a las 20 horas y se sostuvo hasta casi las 22. En las principales avenidas de la capital se emplazaron grupos de vecinos de todas las edades que, con su presencia, cortaron el tráfico y animaron el ruiderío. Sin dar espacio a la expresión de la gente, carabineros siguió desplegando sus gases lacrimógenos y otras armas de dispersión ciudadana.

La torpeza de la represión azuza al movimiento de protesta, que ya no es sólo estudiantil sino cada día continúa plegando a capas más amplias de la población. De hecho, la encuesta del Centro de Estudios Públicos publicada justamente ayer, sostiene que el Presidente cuenta con el menor apoyo que jamás haya tenido un gobernante desde los años del regreso de la democracia.

Ante la violencia desplegada en la jornada de ayer, la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, demandó la renuncia del Ministro del Interior Rodrigo Hinzpeter, responsable de la prohibición de manifestarse realizando la marcha así como de la acción brutal de carabineros.

Por su parte, el senador Alejandro Navarro aseguró que *“el carácter agresivo de Hinzpeter lo ha llevado a violar la Constitución, por tanto vamos a impulsar la acusación constitucional en su contra por transgredir los derechos ciudadanos y por la represión autorizada por él a Carabineros para dispersar la movilización y para agredir a los estudiantes de la marcha y a transeúntes que pasaban por la Alameda”*.

El Colegio de Profesores realizó un *“llamado a respetar la Constitución Política de la República, la cual en su artículo 19, numeral 13, establece el “derecho a reunirse sin permiso previo y sin armas”, responsabilizando al Gobierno y a su Ministro del Interior del caos que se ha desarrollado este jueves, de los desmanes y la violencia innecesaria. Los responsabilizamos de crear terror”*, según señalaron sus dirigentes.

Uno de sus miembros, el humanista Mario Aguilar, fue seguido y hostigado ayer mientras se retiraba de la sede nacional del Colegio de Profesores, sin que Carabineros fuera capaz de dar explicación alguna ante dichas actitudes.

Según el Colegio de Profesores *“el Gobierno, a través del Ministro del Interior, ha rechazado cualquier posible manifestación, arguyendo que éste no es el momento de movilizarse, sino de negociar. Lo cierto es que los avances del movimiento social no habrían sido posibles sin las manifestaciones de por medio, ya que la llamada nueva forma de gobernar, se ha basado en el diálogo inútil donde el Gobierno sólo insiste en avanzar con su política sin negociar la más mínima coma”*.

El balance de la jornada: la población ha hecho ver con claridad su apoyo al movimiento estudiantil, mientras exige al gobierno que deponga la represión y la violencia.