A raíz de la entrevista a Helmut Kramer que publicáramos recientemente, el Colegio donde estudiaba emitió la siguiente declaración:
A toda la comunidad del Colegio San Luis y sus ex alumnos
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Se ha conocido públicamente información sobre hechos abusivos ocurridos en nuestro colegio que involucran al P. Leonel Ibacache, SJ, quien trabajó en el Colegio San Luis entre los años 1982 y 1990. Quiero expresar el dolor y vergüenza que hemos experimentado estos días los que formamos parte del Colegio San Luis. Han sido también días de reflexión y diálogo, pero sobre todo de un sincero deseo de conocer la verdad hasta el final y asumirla como parte de nuestra historia.
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Les comparto a continuación el comunicado de la Compañía de Jesús, donde se anuncia la apertura de una investigación previa de carácter canónico:https://www.jesuitas.cl/comunicado-de-la-compania-de-jesus-en-chile/
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En mi calidad de rector del Colegio San Luis quiero pedir perdón a todos aquellos que pudieran sentirse dañados y vulnerados en su dignidad y derechos, como alumnos del colegio, por cualquier tipo de abuso.
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Como Colegio San Luis reiteramos una vez más nuestro compromiso de prevenir cualquier situación que pudiera derivar en abusos sexuales y asegurar condiciones que promuevan espacios educativos sanos y seguros. También los animo a que ante cualquier indicio de abuso sexual hacia un miembro de nuestro colegio, presente o pasado, se realice la denuncia respectiva según el protocolo de acción disponible a través de la Sra. Gloria González (Psicóloga del II Ciclo Básico, ggonzalez@colegiosanluis.cl) o con la Sra. Joanna Heskia (jheskia@ehabogados.cl) que recibe cualquier información, testimonio o denuncia que involucre a algún religioso jesuita.
P. José Ignacio Baeza, SJ – Rector
A lo cual, Helmut Kramer responde y nos hace llegar su texto, que publicamos acá:
«Frente a la entrevista donde denuncio al sacerdote jesuita Leonel Ibacache por abuso, el actual rector del Colegio San Luis ha sacado una declaración pública declarando el dolor y la vergüenza que han experimentado a raiz de las denuncias contra este sacerdote y a la vez han pedido perdón a los que ya hemos denunciado.
En lo personal deseo dejar claro lo siguiente frente a esta declaración:
El primer acto concreto debe ser por parte de la iglesia dar a conocer públicamente los nombres de todos los sacerdotes que han abusado de menores de edad, pero también los nombres de todos los que los encubrieron durante años.
Si bien la congregación jesuita tiene el derecho a creer y aplicar la justicia canónica, siento personalmente que NO ES JUSTICIA, el señor Karadima lo demuestra al ser encontrado culpable y como gran castigo se le envía a rezar a una casita.
Finalmente, si se entendiera en verdad por parte de la iglesia y en este caso particular de la Congregación jesuita lo que significa el abuso a menores de edad, se estaría hablando de que todo abuso sexual a menores de edad debe ser considerado un delito de lesa humanidad, todo abuso a menores de edad es una VIOLACIÓN A LOS DERECHOS HUMANOS, por lo tanto no deben prescribir.
Son muchos lo que desean cerrar el circulo de violencia que partió en un momento de su infancia contra su voluntad, cerrarlo con un proceso de reconciliación, pero ese proceso solo se va a dar con transparencia, con la verdad develada, con actos concretos que revelen lo escondido.
Hoy ya es necesario un cambio fuerte y potente, una nueva dirección que ponga fin a la violencia no solo por parte de sacerdotes, también de la iglesia católica como institución, basta de pedir perdón, caminemos a una nueva ley que permita que nunca mas se abuse de niños escondidos atrás del poder de una sotana.
Helmut Kramer».