Tras 18 días desaparecidos en la fronteriza zona de Mataje, entre Ecuador y Colombia, y en medio de versiones contradictorias entre ambos países, se confirmó la muerte de los tres hombres de prensa de El Comercio, de Ecuador.
Al dar casi las 11 de la mañana del viernes 13 de abril, el plazo se había agotado y con ello la posibilidad de recuperar con vida a los tres periodistas secuestrados desde el pasado 26 de marzo.
La confirmación la dio el propio mandatario ecuatoriano Lenin Moreno, al cumplirse el plazo de 12 horas dado a los raptores para que evidencien que Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra aún se hallaban con vida.
“Tenemos información que confirma el asesinato. Los criminales nunca tuvieron la voluntad de liberarlos, lo único que querían era ganar tiempo”, señaló Moreno ante la prensa.
Denuncian inoperancia
Los periodistas habían viajado hasta la provincia ecuatoriana de Esmeraldas, zona de Mataje, ubicada en la frontera con Colombia.
Ellos preparaban una investigación sobre la violencia en la zona, la cual se produce principalmente por grupos disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Sin embargo, tras la desaparición de los comunicadores por parte de una facción disidente de las FARC, organizaciones periodísticas de ambos países y los deudos de las víctimas denunciaron que hubo inacción de las autoridades para rescatar con vida al equipo.
«Es inadmisible la forma en la que los gobiernos de Colombia y Ecuador han manejado la información pública relacionada con el paradero de los periodistas”, se lee en el comunicado conjunto que diversas organizaciones suscribieron.
Asimismo, condenaron las afirmaciones contradictorias entre ambos países al no precisar sobre el paradero de las víctimas.
“Durante estos días las autoridades ecuatorianas señalaron que los periodistas se encuentran en territorio colombiano en contradicción a lo planteado por las autoridades colombianas que han afirmado que los periodistas se encuentran del lado ecuatoriano de la frontera”, expresaron.
Las víctimas
El periodista Javier Ortega (32 años), el fotógrafo Paúl Rivas (45 años) y el conductor Efraín Segarra (60 años) fueron secuestrados en la zona de Mataje, en la provincia de Esmeraldas, frontera con Colombia, cuando realizaban un reportaje para el diario El Comercio, de Ecuador, acerca de la creciente inseguridad en la zona desde enero.
Los autores
Los crímenes son atribuidos al frente Oliver Sinisterra, grupo disidente que se apartó del acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y las FARC y que está vinculado con el narcotráfico.
De otro lado, un supuesto comunicado de esta facción liderada por el ecuatoriano Walter Artízala, alias “Guacho”, indica que la muerte de los hombres de prensa se debió a un fallido intento de asalto de las fuerzas militares y colombianas en las montañas de la frontera.
Cabe mencionar que en esta limítrofe zona campean las bandas que viven del tráfico de drogas, armas, combustibles, así como de la minería y tala ilegales.
Asimismo, pese al acuerdo de paz en 2016, las disputas entre desertores del pacto, bandas procedentes de antiguos paramilitares desmovilizados y otras guerrillas más bien se avivaron.
«Lo que estamos viviendo ahora es una herencia del conflicto y de la falta de resolución de estrategias claras para la desmovilización de las FARC», indicó Katalina Barreiro, del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN).