Por Dalia Chiu
Le pedí a una chica de delantal blanco me explicara porqué marchaba:
–más recursos…. un Ministerio-, me contestó.
Los transeúntes aplaudían el paso de los marchantes primero porque no es común ver tantos investigadores juntos y segundo ¿cómo no solidarizar con los jóvenes que trabajan para desentrañar este gran laboratorio natural, cómo no solidarizar con las investigadoras que ganan menos que sus colegas, o que son acosadas, cómo vamos a querer que los y las científicas y la creatividad emigren del país, cómo vamos a querer que no tengan recursos para investigar acerca de nuestros propios problemas, como no vamos a querer que generen conocimientos que mejoren nuestro país?
Yo recuerdo que en los años 80 no dejaban entrar a las mujeres a las minas (lo sé por experiencia propia, eso ahora, sería impensado), los laboratorios eran desmantelados y los investigadores y la creatividad huía o era expulsada del país, eran tiempos duros, se ha avanzado pero el 0,4 % del PIB dista mucho del 2,4 % de los países miembros de la OCDE, las voces de los investigadores en ciencias básicas y aplicadas, las humanidades, las ciencias sociales y el arte demandan ser escuchados.
Acá el texto completo del Manifiesto:
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La ciencia no es ajena a la política. La marcha por la ciencia, convocada para el 14 de Abril, tiene un inicio en Estados Unidos, dada su situación actual donde el gobierno está aplicando nuevas políticas anti-científicas, con el objetivo de restringir el desarrollo de la investigación, la difusión de sus descubrimientos e incluso ignorar o eliminar por completo la evidencia científica a la hora de hacer políticas públicas. Esta marcha es un llamado global para convencerse de la necesidad colectiva de organizarse y actuar para defender la ciencia, tanto a nivel global como por la crisis actual que atraviesa la ciencia chilena.
En Chile vivimos un momento clave en la construcción de nuestra historia científica. Hay más investigadores que en ningún momento y este año se debe definir la forma que tomará un ministerio en la materia. Esta discusión debe ser hacia los investigadores y hacia la ciudadanía, pues todos vivimos rodeados de ciencia. Aún así, la falta de políticas basadas en evidencias, el estancamiento de los presupuestos en los últimos 10 años, la precariedad laboral de investigadores y trabajadores e incluso la ausencia de una definición colectiva de una estrategia para desarrollo científico tecnológico del país, han sido las preocupaciones de la comunidad científica desde el regreso a la democracia. Es por esto que invitamos a los chilenos y chilenas a participar de esta convocatoria, como lo han hecho en más de 300 ciudades del mundo. Es una oportunidad nacional de aunar fuerzas entre los distintos actores relacionados con la investigación, dialogar y organizarnos para hacer los cambios profundos que nuestro país necesita.
La investigación como actividad humana, traspasa fronteras, lenguas, culturas y sociedades, puesto que no importa el lugar donde se haga, sus resultados entregan elementos de juicio a la hora de tomar decisiones para vivir mejor y ayudan a expandir las fronteras de la sabiduría colectiva. Esto sin duda contribuye a la realización del ideal de una humanidad plena, mencionado en la declaración universal de los Derechos Humanos, que se basa en generar las condiciones que permitan a cada persona gozar tanto de sus derechos sociales, culturales y económicos, como también asegurar alcanzar derechos civiles, políticos y de libre determinación. Es en este sentido, que creemos que se debe fortalecer la generación, comunicación, circulación, gestión y/o evaluación del conocimiento, apuntando siempre al desarrollo humano integral y sustentable dentro de las sociedades, lo que inevitablemente hace que la ciencia no esté ajena a la política. La ciencia es política.
Muchos investigadores visualizamos la dificultad de actuar y encauzar propuestas concretas, pues no son consideradas ni escuchadas por los grupos de poder que hoy toman las decisiones en distintas instancias del país. Esto ha dado como resultado un Estado en que se ha dejado de lado la opinión de sus ciudadanos y ha primado el criterio económico para la toma de decisiones. La política no puede convertirse en un espacio de acción restringido para unos pocos burócratas, sino que se debe abrir y expandir hacia la ciudadanía en todas sus expertises. Esto disminuye la posibilidad de que se instrumentalice tanto al Estado como al tipo de desarrollo del país para el beneficio de unos pocos. Es por esto que los investigadores hoy podemos y debemos asumir la responsabilidad de participar activamente en la política pública, no solo de la gestión de la investigación sino de toda área que es objeto de estudio académico.
Primero, porque uno de los roles de la investigación es entregar información importante para tomar decisiones y tiene elementos que pueden ayudar a revelar los cantos de sirenas y engaños de un sistema que ha disminuido los derechos sociales y la calidad humana en nuestro país. Segundo, porque es la forma que tenemos los investigadores de resguardar la autonomía para desarrollar, difundir e intercambiar con la sociedad los nuevos avances y descubrimientos del conocimiento. Por último porque tenemos la responsabilidad con la sociedad, más allá de cualquier beca u obligación legal, pues la investigación chilena debe tener el fin de comprender mejor nuestro entorno y nación que nos alberga y financia para que nuestro trabajo sea un aporte sustancial al desarrollo humano, al entorno natural, social, cultural, político y económico local y global.
Es por esto que el 14 de Abril, convocamos todos los que creen que la investigación es clave para una transformación cultural de la sociedad chilena, a sumarse a la manifestación global por la defensa del conocimiento, apoyando el fortalecimiento de ella en todas las áreas del saber y abogando por una participación multidisciplinar, multicultural y diversa a la hora de pensar y crear un proyecto sociocultural de transformación de nuestro país. Esto también debe ser considerado como un llamado de atención para el gobierno, para que seamos incorporados en las instancias de discusión, evaluación y decisión del futuro de nuestro país de forma transparente y activa.
Tenemos la fuerza, las ideas y la convicción de que para transformar el país es necesario el desarrollo del conocimiento, pues aporta al pensamiento crítico y creativo, la ética de la responsabilidad, la transparencia y el conocimiento contrastable, entre otros valores de las prácticas científicas; Estos al propagarse a escalas regionales y nacionales contribuyen a la posibilidad de crear un país más transparente, generoso, solidario, con justicia social y sustentable con el medio ambiente, generando un desarrollo social, político, cultural, ambiental y económico que sea en beneficio de las mayorías de Chile.»
Las fotos son de Dalia Chiu