El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó que la posibilidad de recomponer la relación bilateral con Estados Unidos, suspendida el viernes pasado por Caracas, “ya no depende” de su gobierno “sino de ellos”.
“Eso ya no depende de nosotros sino de ellos; cuando rectifiquen, aquí los esperamos con nuestra mano y nuestra sonrisa de siempre”, dijo Maduro durante un acto oficial en Maturín, capital del estado Monagas.
Venezuela suspendió el viernes el diálogo que ambos gobiernos habían iniciado a comienzos de junio en busca de restablecer el vínculo bilateral, congelado desde 2010, a causa de unas declaraciones de la futura embajadora estadounidense ante la ONU, Samantha Power.
El miércoles pasado, Power se comprometió a “responder a la represión a la sociedad civil que se está produciendo en países como Cuba, Irán, Rusia y Venezuela”, durante su audiencia de confirmación ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense.
El jueves, Maduro rechazó esas declaraciones y pidió una “rectificación inmediata”, pero al día siguiente el Departamento de Estado manifestó su “completo respaldo” a Power y, a última hora, la cancillería venezolana declaró “suspendido” el diálogo.
Sin embargo, Washington ratificó ayer su predisposición a negociar. “Habíamos iniciado un proceso para llegar a esa relación y seguimos confiando en que podremos reanudarlo”, sostuvo Jen Psaki, vocera del Departamento de Estado, en su rueda de prensa diaria.
Hoy, más temprano, Jaua sostuvo que Estados Unidos “no termina de entender cómo tener relaciones de alto nivel y respetuosas con Venezuela”.
Además, acusó a Washington de haber intentado “condicionar o presionar públicamente, nunca privadamente” a su país por el caso de Edward Snowden, el ex agente de inteligencia requerido por Estados Unidos por haber revelado secretos de espionaje y al que Caracas ofreció asilo político.
El último acercamiento entre ambos países fue iniciado el 5 de junio en Guatemala por el canciller venezolano, Elías Jaua, y el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, quienes se reunieron y acordaron avanzar hacia la normalización de la relación.
A ese encuentro sucedió otro, el 25 de junio, en Washington, entre la secretaria de Estado adjunta para Asuntos Hemisféricos, Roberta Jacobson, y el encargado de negocios de Venezuela en Washington, Calixto Ortega.
Pero la intención de restablecer la relación halló el primer obstáculo nuevo a principios de este mes, cuando Venezuela ofreció asilo a Snowden.
Según el Departamento de Estado, el 12 de este mes Kerry llamó por teléfono a Jaua para conversar sobre esa oferta de asilo.
Es la segunda vez en cuatro meses que Venezuela interrumpe contactos iniciados con Estados Unidos con vista a regularizar la relación bilateral.
El 20 de marzo, Jaua anunció que el diálogo quedaba «suspendido», luego de que Jacobson pidiera que las elecciones presidenciales programadas para el 14 de abril en Venezuela fueran «libres y transparentes».
El 5 de ese mes, horas antes de anunciar la muerte del presidente Hugo Chávez, Maduro acusó a Estados Unidos de haber participado de una conspiración para enfermar de cáncer a aquél y de «proponer proyectos desestabilizadores» a militares venezolanos, por lo que expulsó a dos agregados aeronáuticos de Washington.