Desde hace algún tiempo, el BND mantiene una estrecha colaboración con diversos proveedores de Internet en este país, y estas empresas estaban obligadas a facilitar toda la información que solicitaba la inteligencia alemana, según han revelado medios del país europeo.
El BND ha podido acceder a datos personales que, de acuerdo con la ley alemana, ni siquiera los abogados tienen acceso.
Anteriormente, de acuerdo con un diario galo, la Dirección General de Seguridad Exterior de Francia (DGSE) había estado ilegalmente espiando a sus ciudadanos, tanto en Francia como en el extranjero.
Según el informe, la DGSE espía las llamadas telefónicas, los correos electrónicos, los SMS, los faxes y recopilaba datos privados de los principales servidores de Internet como Google, Facebook, Yahoo, Apple o Microsoft, entre otros.
Con fecha anterior, se desveló también que el Centro de Escuchas de la Inteligencia británica (GCHQ, por sus siglas en inglés) ha tenido acceso, secretamente, a la red de cables que transportan las llamadas telefónicas y el tráfico de Internet, y ha compartido los datos con su socio estadounidense.
El 6 de junio, el extécnico de inteligencia de EE.UU., Edward Snowden, filtró una serie de documentos que sacaron a la luz un programa electrónico de vigilancia de la Casa Blanca, conocido como PRISM, y que permite a la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA, por sus siglas en inglés) acceder a conversaciones privadas mantenidas en Facebook, Google, Skype y otros servicios online.