Por Mishell Monar

En el marco de este programa, el día miércoles 21 de febrero se llevó a cabo el conversatorio “Las personas detrás de las campañas: compartiendo historias de vida” en el hemiciclo de la Flacso Ecuador (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales Sede Ecuador), en Quito.

El evento contó con la participación de tres activistas por la no violencia que compartieron sus vivencias y experiencias.

Esperanza Martínez, activista del movimiento Yasunidos, forma pate de una organización llamada “Acción Ecológica” grupo que se auto identifica como ecologista y que intentó posicionar los temas del ambiente entre las organizaciones sindicales, los movimientos indígenas, los movimientos campesinos y otros, mediante marchas simbólicas con las cuales pretendían reconquistar un espacio en la calle.

Esperanza comentó acerca de varias rutas que se han llevado a cabo en los Yasunidos, la principal es “La ruta por la verdad para la naturaleza y los pueblos “, que debe su nombre a los 10 de años desde que en Ecuador se reconocieron los derechos para la naturaleza y consideran que es necesario hacer un balance con los pueblos y con los defensores (as).

Mario Melo, director de Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica del Ecuador y abogado de los pueblos Sarayaku ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos desde el año 2002. Sarayaku es un pueblo que esta ubicado en medio de la amazonia ecuatoriana, en una zona en la que solo se puede acceder a través del rio, un pueblo que sufrió una invasión armada del ejército para favorecer la exploración de pozos petroleros en su territorio.

Mientras estaba siendo invadido, el pueblo de Sarayaku adaptó una estrategia que se llamó “Campamentos de paz y vida”: especialmente mujeres y niños, dejaron sus sembríos, suspendieron todas sus actividades y se instalaron en la selva para tratar de evitar que los petroleros dañen sus tierras sagradas. El pueblo Sarayaku ganó la demanda a favor de sus derechos a ser consultados. Hoy, Sarayaku esta inmerso en la construcción de una propuesta llamada “kawsay Sacha” quiere decir “la selva viviente”, es la propuesta de lograr que el estado ecuatoriano reconozca que los territorios son seres vivos, que son el hábitat de otros seres y merecen respeto.

El conversatorio concluyó con la intervención de Liz Zhingri, joven activista de Yasunidos, quien se involucró en el movimiento desde muy joven y comentó su experiencia personal como activista. Yasunidos es una familia grande, que se encuentra en varias partes del país y desarrolla diversas formas de manifestación no violentas para luchar en contra de la explotación minera y defender la naturaleza, a través de alternativas comunitarias, de nuevas formas para dar voz a la gente, identificando su potencialidad y diversidad para llegar a una reflexión política.