Algunos años atrás, el gran pensador Ortega y Gasset definía a los
momentos revolucionarios como aquellos en dónde ya no se
cuestionan los abusos sino que se comienzan a cuestionar los usos
de la época. Aquellos usos dados por *“normales”* o *“naturales”* y
que antes nadie se cuestionaba [http://xurl.es/vj1iu](http://xurl.es/vj1iu).

Hace 400 años atrás era *“normal”* y *“natural”* que existiesen
esclavos. Probablemente había muchos esclavistas que *“trataban”*
muy bien a sus esclavos y seguramente sólo aquellos que abusaban de sus esclavos recibían
la sanción social de la época. Es decir, se cuestionaba el ABUSO con los esclavos pero no el
USO de la esclavitud. Hoy es evidente que tal USO resultaría inaceptable y recibiría condenas
no sólo sociales sino que penas de cárcel.

Que se lucre con la educación en Chile estaba resultando algo *“normal”* y *“natural”*. Hace
un año atrás la revista Qué Pasa titulaba un artículo *“Universidades, un mercado bullente”*
describiendo la danza de cientos de millones de dólares en la compra-venta de universidades
[http://xurl.es/akybu](http://xurl.es/akybu).

¿Cómo es posible tal danza de millones por instituciones que -se supone- son sin fines de
lucro?, La explicación es muy simple: *“respetables”* personas de negocios (y políticos de todas
las tendencias), asesorados por *“respetables”* abogados hacen triquiñuelas para torcerle la
nariz a la ley. Es decir incurren en actos ilegales para lucrar con la educación.

El caso de la venta de la Universidad Central muestra muy bien la maraña de aspectos jurídicos
y económicos que se suelen usar [http://xurl.es/1gq1b](http://xurl.es/1gq1b). De hecho, el año 2006 la periodista María
Olivia Mönckeberg, publicó el libro *“El negocio de la Universidades en Chile”*, que en sus
600 páginas devela los trucos ilegales y las redes de poder que se tejen entre los grupos
económicos e intereses políticos detrás de este negociado [http://xurl.es/dyrf9](http://xurl.es/dyrf9).

Y resulta que el actual Ministro de Educación, Joaquín Lavín, es fundador y fue socio de la
Universidad del Desarrollo, reconociendo públicamente haber lucrado con este *»negocio»*, es
decir, el propio Ministro ha burlado la Ley. [http://xurl.es/c34pt](http://xurl.es/c34pt)

Pero la *“Industria Universitaria”* tiene otro grupo de grandes beneficiados: los bancos, quiénes
a través del perverso sistema de Créditos con Aval del Estado para la educación superior (CAE)
han hecho jugosos negocios. Lamentablemente hay escasos estudios sobre este tema, uno
de los pocos que se han dedicado a estudiarlo es el economista Manuel Riesco, quien señala:
que *“el sistema de créditos es insostenible, ineficiente, injusto y perverso”* y que en el caso del
Crédito con Aval del Estado (CAE), *“adquiere connotaciones de escándalo”* [http://xurl.es/ac62j](http://xurl.es/ac62j).

Las autoridades han señalado que lo que se vive en la enseñanza superior es una crisis de
crecimiento, ya que el actual modelo ha permitido en los últimos años ampliar enormemente
la cobertura y que sólo se requiere de algunos ajustes al modelo.

Lo que no dicen las autoridades, es que tal aumento en la cobertura se debe principalmente
al gigantesco esfuerzo de las familias y no al Estado, el que sólo se ha dedicado -por acción y
omisión- en rentabilizar los negocios de los grupos económicos y de la banca.

En efecto, tomando como referencias los datos de un estudio de la Dirección de Presupuestos
del Ministerio de Hacienda, Chile invierte tan sólo el 0,52% del PIB en Educación Superior,
ocupando el último lugar de los países miembros del OCDE [http://xurl.es/vg0ik](http://xurl.es/vg0ik) pág. 32

Peor aún, el mismo estudio señala que del gasto total en educación superior, tan sólo el
16,1% proviene de recursos públicos mientras que el 83,9% proviene del financiamiento
familiar. La situación promedio de los países OCDE es totalmente inversa, el 72,6% proviene de
financiamiento público mientras que el 27,4% proviene de las familias [http://xurl.es/vg0ik](http://xurl.es/vg0ik) pág. 33

Y si esto resulta dramàtico, el informe OCDE de 2009, señala que el costo de la educación
superior en Chile es muy alto, comparado con estándares internacionales [http://xurl.es/gxp5p](http://xurl.es/gxp5p)
pág.312.

Es decir, en Chile tenemos una educación superior muy cara en comparación a los estándares
internacionales y, además, este costo lo cubren las propias familias chilenas en más de un 80%,
a diferencia de los otros países en donde el costo de la educación superior es más barato y las
propias familias no alcanzan a aportar el 30% de este costo.

Pero todo lo que hemos detallado hasta aquí no son sólo más que abusos -indignantes,
aberrantes y hasta delictuales- pero tan solo abusos de un sistema creado para la ganancia de
los Bancos y los grandes grupos económicos.

El fin de semana recién pasado, los estudiantes universitarios agrupados en el CONFECH
acordaron avanzar en una Educación Pública, de calidad y GRATUITA, en todos sus niveles,
pues la educación es un derecho social universal.

Es decir, volviendo a recordar a Ortega y Gasset, ya no sólo están cuestionando los ABUSOS
en la carestía de los aranceles o el acceso a los créditos sino que al plantear una Educación
GRATUITA y de calidad, los estudiantes comienzan a cuestionar el mañoso USO de cobrar por
la educación.

Y si alguien me señala que eso es imposible para un país en vías de desarrollo como Chile,
simplemente respondo, que en este país hace 40 años atrás -cuando se supone era màs pobre
y subdesarrollado- la educación superior era gratuita permitiendo que personas como Patricio
Aylwin, Ricardo Lagos, Eduardo Frei y Michele Bachellet estudiaran en la universidad sin pagar
un peso y sin la necesidad de hipotecar 20 años de su vida con un Banco.

Por eso la marcha del próximo jueves, no debe ser sólo la marcha de los estudiantes y
profesores, sino que debe ser la marcha de los jóvenes estudiantes junto a sus padres
endeudados exigiendo una Educación Pública, GRATUITA y de CALIDAD.

Si esto se lograra, quizás en 20 años más, a nuestros nietos les resulte obvio e indiscutible que
el Ministro LAVIN fue un traficante de la Educación.