La Fundación la Merced Migraciones ya ha puesto a disposición del público los vídeos que muestran cómo en el corazón de diferentes confesiones religiosas yacen nociones de paz complementarias.
El proyecto Salam ha logrado integrar a diferentes colectivos y confesiones religiosas en un esfuerzo conjunto por contribuir a la superación de prejuicios, intolerancia y fanatismo por motivos religiosos.
«Llevamos un tiempo colaborando con este proyecto», menciona Leila Sant, quien aparece en uno de los vídeos en representación de la comunidad bahá’í. «A través de cursos, materiales educativos, de espacios de encuentro y de producciones audiovisuales, la Fundación la Merced está intentando hacer una contribución importante a uno de los problemas serios de hoy».
Además de prevenir ciertos males, el proyecto Salam, apoyado por entidades públicas como el Ministerio de Empleo y Seguridad Social o el Fondo de Asilo, Integración y Migración de la Unión Europea, también pretende generar una experiencia exitosa de cohesión e integración social.
Los dos vídeos que se pueden visionar a través de este enlace recogen una sola conversación que de diferentes personas con diferentes credos —católico, hare krishna, budista, bahá’í, musulmán, ateo, agnóstico— que se hilvana alrededor del anhelo de paz y de la necesidad de llevar a la esfera pública el debate acerca de las creencias. Así, se pueden fortalecer aquellas ideas y prácticas que favorecen la paz, la cohesión social y el progreso y que están contenidas en las creencias de las grandes tradiciones religiosas.
El diálogo interreligioso e intercultural, conectado con las problemáticas sociales actuales, parece un elemento necesario para avanzar hacia una sociedad más unida, justa, próspera y pacífica, donde lo individual y lo colectivo, lo interior y lo exterior, lo local y lo global, puedan armonizarse y cristalizar en estructuras, así como en actitudes individuales que lo propicien.