Confirmadas están, entre otras, Santiago de Compostela, Cadiz, Murcia, Valencia, Barcelona, Logroño, Málaga y Granada. Está previsto realizar las rutas a lo largo de un mes y la llegada a Madrid será el 23 de julio.
Las personas participantes realizarán y compartirán asambleas en cada pueblo y en cada barrio por el que discurra esta marcha de dignidad y transformación. Las asambleas, constituidas como encuentros para el intercambio de ideas y palabras, recogerán las inquietudes, las reivindicaciones, las experiencias y las luchas de todos los pueblos. Recopilando todas ellas se elaborará un gran libro y se establecerá un diálogo ininterrumpido entre las acampadas, ciudades, pueblos, barrios e individuos, encaminado hacia la construcción de un mundo más justo donde quepamos todas las personas.
Sabemos que el proceso de transformación social de hacer un mundo mejor implica un largo aprendizaje. Esta es una forma de decir que el camino es largo, pero los caminos largos se miden con pasos pequeños, y ese es el propósito de esta marcha. Nuestra indignación se convierte en escucha y nuestras acciones se encaminan hacia la construcción de nuevas vías de participación, hacia transformaciones sociales, democráticas y pacíficas.
Este es un camino que parte de la humildad del que camina, escucha y dialoga.
Las asambleas seguirán siendo nuestro espacio de expresión política, su legitimidad emana de la participación del pueblo. La transformación social no depende de los gobiernos ni de quien gobierna, sino de la ciudadanía y sus necesidades.