Por Jhon Sánchez
Siendo un escritor colombiano que vive en Nueva York, le debo parte de mi influencia literaria a Puerto Rico. Escritores como Miguel Piñero, Doña Julia Burgos, Mayra Santos Febres y muchos otros han inspirado mi carrera. Todos los años, tengo la fortuna de asistir a “El Festival de la Palabra” que se lleva a cabo en Nueva York y San Juan durante el mes de octubre. Allí he conocido a diferentes autores e intercambiado ideas con una copa de vino. Por supuesto, nuestro querido Puerto Rico está sufriendo después del huracán María, y todo eso me llevó a sacar a San Juan Noir de mi biblioteca con la idea de hablar a los autores acerca de esa antología cautivadora. Veamos si encontramos alguna esperanza en el noir (negro).
Hoy estoy hablando con Jose Rabelo:
1) Tú también eres un médico, así que preguntar cómo te va tiene un significado especial. ¿Cómo te va?
Me va muy bien, poniéndome de pie otra vez después del huracán María, con mi familia y las personas de Puerto Rico. También, estoy empezando a trabajar en unos proyectos de escritura creativa que fueron interrumpidos por el desastre natural de septiembre. Como persona estoy mirando al mundo de una forma diferente después de estas experiencias pos apocalípticas. He escuchado historias de mis pacientes, estudiantes y amigos. Debido a la falta de electricidad por 45 días (en mi caso), estos días estoy recibiendo noticias de los sucesos al ver las noticias relacionadas con los ciudadanos que están saliendo de sus tragedias. Las imágenes son impresionantes pero la recuperación de mi gente es más impresionante aún.
2) ¿Por qué es importante hablar de cultura y literatura en este momento en Puerto Rico?
Les diría que es importante hablar de este tema tan seguido como sea posible. Como Estado Libre Asociado de los Estados Unidos, mucha gente todavía piensa que Puerto Rico es un país de habla inglesa. Durante muchos años hemos estado defendiendo nuestro español a pesar de que ha estado en peligro. El español es un aspecto esencial de nuestra cultura y la cultura es el corazón de nuestro país, el alma que no perecerá en nuestra nación. En estos momentos de tristeza y pérdida, las artes se nutren con las variadas opiniones de nuestros artistas. En términos de literatura, nuestras mentes están procesando todos los diálogos, situaciones y momentos vitales para transformarlos en palabras. Algunos grupos literarios están pidiendo textos relacionados con los acontecimientos del huracán con la esperanza de desarrollar y publicar antologías. Aunque hubo muchas pérdidas materiales, nuestra energía para crear se ha enriquecido. Estoy seguro de que muchas ideas se están formando por ahí, producto de la crisis. En Puerto Rico, muchas de nuestras obras literarias se han inspirado en una variedad de problemas sociales, desde “La Charca” de Manuel Zeno Gandía hasta “Terrazo” de Abelardo Díaz Alfaro. Estos libros muestran la realidad de nuestra isla en periodos de agitación social y política, otro tipo de lo que yo llamo “el huracán social sin fin”. Así que la crisis podría ser el combustible para la inspiración y la traspiración de nuestros escritores en estas y muchas veces.
3) El huracán María es una historia de terror real. ¿Cómo es que toda esta tragedia nutre tu imaginación?
Este desastre natural fue como la historia de The Wolf is Coming. Muchas personas no les creyeron a los meteorólogos. Durante las temporadas anteriores de huracanes, se predijeron muchos fenómenos que en el último momento tomaron otro camino, lejos de la isla. Creo que muchas personas pensaron que eso ocurría esta vez. Muchas cosas pasaron, otras no sucedieron, pero la imaginación crea su propia trama para desarrollar muchas historias posibles. Durante los días de la tragedia tomé siete pequeños diarios para escribir lo que sentía. Escribí sin mucho análisis, simplemente observando las acciones de mi gente y escuchando sus voces a través de la radio. Muchas de estas historias podían escucharse a través de la única estación de radio que estaba en funcionamiento. Algunas personas de Estados Unidos estaban buscando a sus familias, otras (las pocas que tenían comunicación) hablaban sobre inundaciones, deslaves y muertes. Muchos de estos testimonios fueron exagerados. Recuerdo uno de esos. Una persona contó acerca de mil cadáveres flotando a la deriva en el río, pero luego se aclaró que se trataba de algunos cadáveres de un cementerio después de que la zona se viera afectada por las inundaciones del río. Por las noches teníamos mucho tiempo para ver las estrellas, salir con nuestros vecinos y contar historias a nuestros hijos. Fue como viajar en una máquina del tiempo durante tuvimos la oportunidad de hablar durante mucho tiempo en lugar de mirar a la pantalla de una computadora. Ver a los niños jugando en las calles era como ver a la humanidad floreciendo nuevamente. No hubo comunicación móvil disponible en los alrededores de nuestras casas, por lo que tuvimos ir hacia las carreteras para captar alguna señal. Hace años, después de desastres similares, uno tenía la oportunidad de ver líneas de automóviles pozos de agua en algunos puntos de la carretera, pero esta vez la línea se debió a la búsqueda de “pozos de señal para teléfonos celulares”.
4) Hablemos de tu historia en la antología San Juan Noir. La historia se llama “Y”. Me encanta la historia por su lenguaje matemático que resulta ser muy poético. ¿Podrías hablar sobre eso?
Cuando me pidieron que enviara una historia a San Juan Noir, sentí esa invitación como un desafío. Enseñé escritura creativa durante muchos años. En uno de mis cursos les pedí a mis alumnos que escribieran una historia noir (historia negra). Esa invitación de Mayra Santos me hizo sentir como un estudiante ante un reto. Anteriormente, había escrito algunas historias noir, “Lisboa” y “Lo que pudo ser” (Esquelares, Isla Negra Editores, 2012), pero quería crear una nueva para San Juan Noir. Decidí escribir sobre un adolescente perdido. Vi a San Juan como un mapa con todas sus coordenadas poéticas y la mejor forma de presentar esa imagen era transformar a un profesor de matemáticas en un detective con un pensamiento obsesivo en búsqueda de un estudiante talentoso. Para mí, el mapa de la ruta del tren se percibía como como la gran extremidad superior de una víctima asesinada, por lo que parte de los pensamientos del personaje se llevaban a cabo en ese tren. En ese momento di un paseo por los lugares en donde se desarrolla la trama. Ese contacto con mi memoria y el entorno me ayudó a escribir los detalles de la historia. Por momentos me transformé en un “escritor de método” y me puse en el cuerpo del profesor y otras veces en la carne de mi personaje femenino. Las fórmulas matemáticas mencionadas son la atmósfera o el reflejo de un proceso mental que impregna la búsqueda y el pensamiento poético del narrador en segunda persona.
5) ¿Cuál fue la fuente de inspiración para la historia?
Hace años un gran amigo me contó la historia de un estudiante prometedor que se ausentaba a la escuela con frecuencia. Cuando la trabajadora social empezó a investigar la causa, descubrió una situación similar a la que se presenta en “Y”. Eso me impresionó y nunca lo olvidé. Cuando se presentó la oportunidad, me interesó desarrollar esa anécdota en un mundo literario. Creo que la adolescencia es a veces la edad oscura de nuestro desarrollo, los conflictos que parecen insignificantes podrían ser cruciales durante esos años. Esto no solo es cierto para los puertorriqueños, sucede de manera universal. Así que traté de recrear algunos aspectos de la trama original, pero, al mismo tiempo, quería dar otro punto de inflexión a mi personaje femenino con el propósito de cambiar la realidad del evento original contado por mi amigo.
6) ¿Qué es un noir y qué hace que este libro sea noir puertorriqueño, además de tener lugar en San Juan? ¿Cuál es la contribución de Puerto Rico a la literatura noir?
El escenario de todas las historias presentadas en San Juan y junto con los personajes reflejan parte de nuestra cultura. Los rituales, las calles, tras bambalinas de los hoteles, los diferentes estilos de vida de los puertorriqueños se muestran en las tramas. Todos los días escuchamos sobre situaciones en las noticias en la televisión o leemos artículos en los periódicos que pueden ser el material perfecto para crear este tipo de historias o novelas. Sergio Ramírez dijo “La novela negra se transforma en un vehículo para decirnos cómo son los países en los que vivimos”. El noir está presente donde está la humanidad. Además de los entornos negros en los que se desarrolla la historia, se dice que el término noir proviene de Série Noire la editorial francesa Gallimard, también de la revista Black Mask, publicada en los Estados Unidos. Las pasiones humanas y la curiosidad por saber la verdad son los pilares de este tipo de textos. En Puerto Rico, el tema de la novela negra fue estudiado por Paul Di Paolo Harrison en su libro “Noir boricua: La novela negra en Puerto Rico (Isla Negra Editores, 2016)”. El autor estudia una variedad de autores puertorriqueños y sus novelas. También explora los problemas sociales de la isla como el tráfico de inmigrantes ilegales, el tráfico de drogas, la discriminación racial, la relación colonial con Estados Unidos, el abuso sexual y otros temas relacionados con el noir. En otro libro, “El cuerpo del delito, el delito del cuerpo: la literatura policial de Edgar Allan Poe, Juan Carlos Onetti y Wilfredo Mattos Cintrón (Ediciones Callejón, 2012)”, José Ángel Rosado teoriza que las raíces de la novela negra en Puerto Rico se originaron a partir de la opresión del gobierno debido a nuestra relación colonial con Estados Unidos.
7) ¿Cuáles son tus proyectos literarios en este momento? ¿O están todos en espera? ¿Cómo administras tu tiempo?
Estoy trabajando en una nueva colección de cuentos sobre el futuro puertorriqueño. También estoy reescribiendo una saga que comencé hace diez años, y dando los toques finales a una novela para jóvenes adultos. Tengo que exprimir todos estos esfuerzos y el tiempo clínico. Por lo general escribo los fines de semana y por las noches, mi doble personalidad, médico durante el día y escritor por las noches. Pero te puedes imaginar que las ideas llegan en cualquier momento y lugar. De vez en cuando visito escuelas para ofrecer talleres sobre escritura creativa para niños y adolescentes. Uno de esos talleres es sobre el acoso escolar, basado en mi novela para jóvenes adultos “P.A.M.”.
Además, tuve la oportunidad de hablar sobre el medio ambiente con dos de mis libros: “Historias de la fauna puertorriqueña (2002)”, y “Cielo, mar y tierra (2003)”. Otra cosa que disfruto es visitar las universidades para hablar de mis novelas, en este momento en una gira con Azábara (Isla Negra, 2015), una novela sobre una isla que se hunde con muchos paralelismos con el huracán María y la situación sociopolítica de Puerto Rico.
8) Volvamos nuevamente a la situación en Puerto Rico. ¿Qué podemos hacer nosotros como escritores para ayudar a Puerto Rico hoy?
Como escritores deberíamos convertirnos en la memoria de nuestros países. Anton Chekhov dijo en una ocasión que los escritores deberían señalar los problemas, pero que no es su responsabilidad resolverlos. Con nuestras palabras podemos crear un texto en el que los ciudadanos puedan reconocerse a sí mismos y reflexionar sobre algunos problemas. Por medio de nuestras obras literarias realizamos una biopsia de nuestro tiempo con todas nuestras virtudes y defectos. Como escritores debemos acercarnos a las personas que quieren saber sobre la escritura. Como estudiante en la escuela secundaria, quería traer a un escritor conocido a mi clase de español. Intenté encontrarlo por todos los medios posibles. Finalmente, llamé al autor pero era imposible llevarlo a la escuela, porque cobraba $100 000 dólares por la visita, en los años 80 esta era una cantidad astronómica para mí. Desde esa experiencia, pensé que si podía convertirme en escritor, daría un nuevo final a esa historia si otro niño o maestro me llamara. El contacto directo con profesores y alumnos cambia la vida. La soledad en este tipo de arte se admite al momento de la escritura, pero se olvida en el momento de partir con los lectores.
9) ¿Tiene algún mensaje para Puerto Rico en este momento?
Puerto Rico, cree en ti como nación. No temas a la libertad. Gracias por tu solidaridad.
Finalmente, quiero decir Gracias, José, Gracias Puerto Rico.
José Rabelo (1963, Aibonito, Puerto Rico). Escritor y dermatólogo. Cursó sus estudios en los recintos de Cayey y Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico. Entre sus publicaciones se destacan: las novelas Los sueños ajenos (Isla Negra Editores, 2011) y Cartas a Datovia (Isla Negra Editores, 2010, premiada por el PEN Club de PR); y los cuentos Esquelares (Isla Negra Editores, 2012); Azábara (Isla Negra Editores, 2015). Su relato “Kadogo” fue premiado en el Certamen de Cuento 2014 de El Nuevo Día y publicado en la antología Latitud 18.5 (País Invisible Editores, 2014). Entre sus textos de literatura infantil y juvenil se destacan: Cielo, mar y tierra (Ediciones payaLILA, 2003, Premio Nacional de Cuento Infantil del PEN Club de PR) y P.A.M. (Publicaciones Educativas, 2013, novela premiada por el PEN Club de PR); y Club de calamidades (Ediciones SM, 2014, Premio El Barco de Vapor). Actualmente imparte clases en la Maestría en Creación Literaria de la Universidad del Sagrado Corazón.
Jhon Sánchez: Originario de Colombia, el Sr. Sánchez llegó a Estados Unidos buscando asilo político. Actualmente, es abogado en Nueva York, es graduado de JD / MFA. Sus publicaciones en 2017 están disponibles en Caveat Lector, 34th Parallel, Swamp Ape Review, Caveat-Lector, Foliate Oak Literary Magazine, Newfound, Gemini Magazine y Midway Journal. Su trabajo ha sido nominado para The Best of the Net 2016 y para un Premio Pushcart en 2015 y 2016. También fue galardonado con el Newnan Art Rez Program en el verano de 2017.
Un agradecimiento especial a Adam Jaslikowski y Holly Rice por sus comentarios editoriales y por favor revisen la última publicación de Holly, “O”, está disponible en Matrix Magazine, the Americanadian issue.
Traducido del inglés por Valeria Torres