Medvedev tiene esperanzas de progreso puestas en la reunión que mantendrá con Barack Obama en su visita a Moscú del 6 al 9 de julio, para negociar la sustitución del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas de 1991, que expirará en Diciembre.
La decisión de reunirse para negociar la tomó Obama para intentar mejorar las relaciones con Rusia, que estuvieron inmersas en la post-Guerra Fría durante la administración de Bush.
Los negociadores de armas tanto estadounidenses como rusos, se han reunido varias veces en los últimos dos años para prepararse para la cumbre de Moscú, en la que se discutirá sobre el sistema de defensa antimisiles que EE.UU. ha planeado instalar en Polonia y la República Checa.
Medvedev ha dejado de pedir que el sistema sea aniquilado, pero insiste en que Rusia no está de acuerdo con la decisión.
Medvedev declaró en un comunicado del Kremlin que Rusia no puede llegar a un acuerdo con EE.UU. en la creación de un sistema de misiles de defensa global, y subrayó que las reducciones de arsenal nuclear propuestas sólo son posibles si EE.UU. distiende las preocupaciones de Rusia. De todas formas, la relación entre la ofensiva estratégica y las armas de defensa tienen que quedar muy claras en el tratado.
El presidente ruso no especificó de qué manera espera Rusia que EE.UU. disminuya esas preocupaciones, pero a juzgar por sus palabras se refiere a un compromiso por parte de EE.UU. Medvedev no hizo ningún comentario sobre el sistema antimisiles a los reporteros después de la reunión con los líderes holandeses.
Dijo que Moscú quiere verdaderas reducciones de armas, y que están dispuestos a recortar el número de vehículos de entregas estratégicas mucho más que en lo acordado en el START I, el tratado de 1991. Añadió que el número de ojivas nucleares debe rebajarse por debajo de lo acordado hace siete años cuando EE.UU. y Rusia decidieron fijar el número máximo entre 1.700 y 2.200 para el 2012.
Moscú y Washington han discutido durante mucho tiempo sobre qué armas deben ser sujeto de reducciones. Estados Unidos cuenta solamente las ojivas nucleares preparadas para el lanzamiento, mientras que Rusia cuenta también las que están almacenadas.
Estados Unidos también planea sustituir las ojivas nucleares por explosivos convencionales de algunos misiles balísticos de largo alcance. Medvedev reafirmó la oposición de Rusia al plan, y explicó que eso causa preocupación y puede dañar la estabilidad estratégica.
Medvedev anunció que el acuerdo con la administración de Obama ha de ser específico, concreto y vinculante, además de encontrarse en un único documento.
El presidente ruso dijo que Moscú espera mejorar las relaciones con EE.UU. bajo la administración de Obama. Sus palabras fueron que espera que se le dé una nueva forma más favorable y de confianza a las relaciones bajo el mando de Obama.
Un acuerdo sobre el control de las armas será el objeto principal de las nuevas relaciones entre Rusia y EE.UU., que Medvedev reconoció que se habían deteriorado.
Esto también puede suavizar las tensiones de Moscú y Washington y unirlos para poner freno a las ambiciones nucleares de Irán y Corea del Norte.
Por otro lado, si no se llega a negociar otro acuerdo para reemplazar al START, que tiene su fin el 5 de diciembre, no podrán inspeccionarse ente ellos para verificar las ojivas nucleares que tienen cada uno.
El compromiso que tiene Obama con los rusos pone de manifiesto un giro total en la política de la administración de Bush; reacia a retomar las negociaciones del control de armas y partidaria de sostener a toda costa la intención de instalar el sistema antimisiles de defensa en Europa del Este.
Obama ha retrasado los planes y le ha asegurado a Moscú que el sistema tiene como objetivo proteger de daños potenciales desde Irán, no desde Rusia.
A principios de mes el ministro de Defensa de EE.UU., Robert Gates, anunció que la oposición de Moscú al sistema de misiles podría haberse rebajado, ya que le surgieron dudas sobre el desarrollo de la capacidad nuclear iraní. Gates dijo que los rusos se convencieron de que el programa nuclear de Irán está bastante más avanzado de lo que estimaba el Kremlin.
*Vladimir Isachenkov, asociado de prensa, contribuyó a este reportaje desde Moscú.*