La compañía realizó una medición de los niveles de radiación este último viernes mediante el uso de un robot que pudo enviar al interior de la unidad del reactor 1.

El robot registró los datos de contaminación cerca de una tubería que emite vapor que, según los técnicos, podría proceder del agua contaminada acumulada en la cámara de supresión que se encuentra bajo el edificio.

Los operarios de la planta nuclear de Fukushima siguen trabajando día y noche para controlar la situación en la central, cuyos sistemas de refrigeración quedaron dañados por el terremoto de 9.0 grados Richter y el posterior tsunami del 11 de marzo pasado.

Por otra parte, alarma ha causado el nacimiento de un conejito blanco sin orejas en la localidad de Namie Tsushima ubicada a 30 kilómetros de la planta nuclear averiada de Fukushima, lo que podría deberse a los efectos de la radiación.

Si bien no se ha podido comprobar que efectivamente la radiación haya provocado la deformidad en el conejo, se especula que mutaciones genéticas similares podrían producirse al igual que tras el accidente de Chernobil.