El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, reclamó hoy a palestinos e
israelíes que regresen a la mesa de negociaciones y abogó por una solución de dos
Estados con fronteras «permanentes» que estén «basadas en las líneas de 1967».

«Los palestinos deben saber que las fronteras son claras e Israel que su seguridad
respetada», dijo el mandatario.

Para ello, las fronteras “deben basarse en las líneas de 1967 con demarcaciones
mutuamente acordadas para que sean reconocidas y seguras para ambos estados”,
insistió aunque reconociendo que “no será fácil retomar las negociaciones” y que por lo
tanto Estados Unidos, los países aliados y árabes “tendrán que continuar con todos los
esfuerzos posibles para poder superar el estancamiento actual”.

En ese sentido, abogó por poner fin al conflicto entre israelíes palestinos y afirmó
que «una paz perdurable requiere dos Estados», durante un discurso que brindó sobre
Medio Oriente.

“Ahora, el presidente Bashar al-Assad tiene una opción: puede dirigir esta transición o
puede dejar el camino libre”, afirmó alertando que su gobierno “debe dejar de disparar
contra los manifestantes y debe permitir protestas pacíficas, poner en libertad a presos
políticos y dejar de realizar arrestos injustos, darle acceso a los observadores de
derechos humanos a ciudades como Dara y dar inicio a un diálogo serio para promover
una transición democrática”.

Según Obama, a juicio de «Estados Unidos y la comunidad internacional» una paz
duradera entre israelíes y palestinos «debe involucrar dos estados para dos pueblos».
Aunque «los asuntos centrales del conflicto deben ser negociados, la base de las
negociaciones es clara: una Palestina viable y un Israel seguro», remarcó.

A su vez, Obama señaló la “bien conocida oposición” que Estados Unidos tiene a “la
intolerancia de Irán” aunque reconoció que “no todos nuestros amigos en la región
han reaccionado a las exigencias de cambio” como ser Yemén y Bahrein donde los
presidentes “deben cumplir sus promesas” de transferir el poder.

«Dos líderes ya cayeron, y más pueden seguir sus pasos», dijo Obama en referencia a
los mandatarios de Túnez y Egipto derrocados por levantamientos populares en enero y
febrero pasado.

Ese es el “ejemplo más extremo” donde su presidente, Muammar Kaddafi, “lanzó una
guerra contra su propio pueblo, con la promesa de perseguirlos como ratas” y donde si
Estados Unidos junto a la OTAN y a la coalición regional no hubiesen “hecho algo al
respecto miles habrían muerto”.

El mandatario afirmó que «el gobierno sirio debe dejar de dispararle a su pueblo y
permitir que organismos de ayuda humanitaria entren en ciudades como Dara, para
ofrecer su ayuda».

Reconociendo las “históricas oportunidades” tras los cambios surgidos en los últimos
seis meses en la región que incluyeron además la muerte del líder de Al Qaeda Osama
Bin Laden por parte de fuerzas estadounidenses, Obama anunció sus planes para
promover la reforma democrática, desarrollo económico, paz y seguridad en la región.

Fuente: Télam