Sin embargo, no han sido aún desarrolladas ni utilizadas a pesar de que son obvias y están con nosotros todo el tiempo. Comencemos por examinar la primera y más grande de ellas.

Es el regalo de nuestra luna… y lo que hace a nuestros océanos. La mayoría de la población de la Tierra vive cerca de las costas en los distintos continentes. Justo donde necesitamos la mayor creación de energía eléctrica, resulta que hay millones de toneladas de energía de vaivén siguiendo un programa consistente e ininterrumpido. Esta enorme energía nos pide a gritos que la utilicemos creando la conversión… ¡para producción limpia de electricidad!

En comparación con la tecnología compleja que hemos elegido usar en las plantas de energía nuclear, ésta es técnicamente fácil. Desde hace mucho tiempo tenemos los inventos mecánicos necesarios para esta conversión. Se puede aplicar física básica para tomar el vaivén de las olas y las mareas y hacer girar las ruedas de los generadores. Las mayores ruedas que podamos concebir se pueden activar con las toneladas de presión disponible para nosotros en las costas. ¡Y podemos contar con esa acción de vaivén hasta el fin de los tiempos!

¡Qué recurso! Sin embargo, el desarrollo se encuentra todavía en su infancia.

Es gratis y nunca se termina. No agota recurso natural alguno y está ubicado donde más lo necesitamos. Muchos piensan que la luna fue dada a los humanos para ser contemplada por los enamorados… la necesitábamos para crear las mareas para un momento como este!

¡Que comiencen los inventos que la aprovecharán!

[http://www.youtube.com/watch?v=WYuJepbkvpk](http://www.youtube.com/watch?v=WYuJepbkvpk)

(Inspirado en una canalización de Lee Carroll)