En los últimos once años todas las regiones del planeta han reducido la brecha de género en lo que se refiere a los sueldos que cobran según su sexo las personas. Sin embargo el último informe presentado este año muestra un estancamiento en el progreso global.
Detrás del retroceso está un incremento en la brecha de la paridad de género en los cuatro pilares que analiza el informe: logros educativos, salud y esperanza de vida, oportunidad económica y empoderamiento político, aunque las dos últimas áreas representan un mayor motivo de preocupación. Eran estas dos categorías las que registraban las mayores diferencias de paridad, pero también eran hasta 2017 las dos áreas que más rápidamente mejoraban.
“Al nivel actual de progreso, harán falta cien años para cerrar la brecha global en la igualdad entre hombres y mujeres”, señalan los expertos del Foro Económico Mundial.
El salto cualitativo vivido en el 2017 atrasa 17 años el cierre de la brecha, ya que en 2016 se calculaba que eran necesarios 83 años para alcanzar la igualdad, una meta que se aleja.
En las empresas, las perspectivas son incluso peores: el foro calcula que la igualdad entre trabajadoras y trabajadores no llegará hasta dentro de 217 años -es decir en 2234-, cuando el año pasado estaba previsto aún que llegaría en 2186.
En cualquier caso, el panorama sombrío es para la mitad del planeta, ya que la mitad de los 144 países analizados han mostrado señales de mejoría.
El informe vuelve a poner a Islandia como el país con menor desigualdad, seguido de Noruega y Finlandia. En cuarto lugar aparece Ruanda, un país con una pujante población femenino, derivada de las guerras y genocidios que sufrió el país. Entre los diez primeros el único país latinoamericano es Nicaragua, en el sexto lugar y el noveno y décimo lugares tampoco están ocupados por países europeos sino por Nueva Zelanda y Filipinas.
De mantenerse el nivel de progreso actual en Latinoamérica y el Caribe, la brecha desaparecería en 79 años, mejorando el promedio planetario en más de dos décadas.
Islandia se ha propuesto este año una reforma legislativa que procura eliminar la brecha salarial entre hombres y mujeres para el año 2022, de allí que continúe encabezando el listado de países que más se acerca a la eliminación de la discriminación hacia las mujeres.