Esta manifestación, convocada por el heterogéneo grupo llamado ‘Que se lixe a troika’, se inició en la amplia y céntrica avenida de Lisboa, la capital de Portugal, y su recorrido terminó frente a un edificio que alberga las oficinas del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Los manifestantes, también, urgieron la salida de la troika, conformada por la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI.
Los gritos, los insultos y los silbidos de una población harta de recortes que arreciaron ese inmueble vacío, evidenció el fracaso de los recortes y reformas impuestos a los países europeos por este grupo.
La indignación por la troika se ha extendido por toda Europa. La ciudad alemana de Frankfurt volvió a ser escenario de protestas de miles de personas en rechazo a las políticas de austeridad en Europa.
Para el sábado se convocaron otras acciones de protestas en más de 80 ciudades europeas, en España, Francia, Italia, Grecia, Alemania y el Reino Unido, bajo el lema ´Pueblos unidos contra la Troika´.
La crisis financiera, iniciada en 2008 en Europa, obligó a varios gobiernos de este continente a aprobar severas medidas de austeridad para reducir los gastos y el déficit, medidas que se han enfrentado con la fuerte oposición de los ciudadanos por sus efectos negativos como por ejemplo el alto nivel de desempleo.