«Estamos aquí para mostrar nuestro apoyo a Manning y en protesta contra su encarcelamiento», expresan los manifestantes congregados frente al establecimiento militar de Fort Meade, Maryland, al noreste de Washington, EE.UU., donde se encuentra recluido Manning.
Tres años después de su detención en Irak, Manning comparecerá este lunes ante una corte por filtrar 700 mil documentos confidenciales al portal Wikileaks, conocido como la mayor revelación en la historia estadounidense.
El soldado, de 25 años, que podría enfrentar 154 años de prisión, había ofrecido declararse culpable de varios cargos pero negó el cargo más serio en su contra que es ayudar al enemigo y colaborar con Al-Qaeda.
El juicio, que durará 12 semanas, sigue una extensiva serie de audiencias preliminares por la filtración de información diplomática y del ejército de Estados Unidos.
Sin embargo, los partidarios del soldado afirman que Manning ha encendido una luz en los rincones más oscuros de la guerra de EE.UU. en Irak y Afganistán, y ha hecho razonar sobre lo que hay detrás de las decisiones en materia de política exterior del país norteamericano.
El equipo de defensa del exanalista de información del Ejército estadounidense, arrestado en mayo de 2010, denuncia que Manning había sido sometido a métodos de detención excesivamente duros, por la cual recibirá una reducción de 112 días de su sentencia.
Los partidarios del soldado afirman que 2000 personas participaban en la congregación de ayer, quienes durante los trámites previos al juicio desde noviembre de 2011 han realizado varias manifestaciones.
Por otra parte, los medios critican el rechazo de Washington respecto a publicar los documentos legales relacionados con el caso, denunciando el secretismo oficial innecesario en el país. Además reprochan a la administración de Barack Obama por reprimir a los denunciantes, el acoso a la prensa a través del acceso a teléfonos de periodistas y registros de correo electrónico, como parte de sus tantas medidas intimidatorias.