El inicio de este mega-proyecto es un desastre para Chile y la zona de Aysén, dejando el agua de los principales ríos del lugar en manos privadas, limitandon el derecho a su uso y goce libre por parte de la ciudadanía. Al mismo tiempo, concentra el mercado enérgetico cada vez en menos manos, constituyéndose en una iniciativa que socava, incluso, la tan manoseada «soberanía nacional».
Hidroaysén generará un efecto ambiental devastador en zonas de ecosistemas cuasi-vírgenes que no podrán ser recuperados.
Queremos develar las falacias que han instalado en los medios, el gobierno y el empresariado en torno a que Chile debería duplicar su matriz energética con urgencia y que para esto «debemos» aprobar contaminantes proyectos Termo o Hidroeléctricos. O en su defecto «deberíamos» desarrollar la alternativa Nuclear.
¡Todo esto constituye una gran mentira!
Nadie cita otros estudios que hablan de un Chile con una mucho menor demanda energética. Poco se dice del potencial geotérmico, solar y eólico que existe en todo el territorio nacional para generar energías verdes y sustentables. Nadie toma en cuenta la opinión de la gente. Y muy pocos se preocupan de los trabajos perdidos y culturas originarias arrasadas por Mega-proyectos como Hidroaysén.
Todo esto, sumado a una brutal y violenta represión policial a toda manifestación social de protesta, como las que recientemente vivimos en las principales ciudades del país, nos muestra a un gobierno que sólo hace política en pro de sus intereses y el de sus amigos: las grandes corporaciones privadas multinacionales.
Creemos que Chile necesita con urgencia un gobierno que escuche y haga política con y junto a la ciudadanía, que se la juegue por un Estado que fomente e invierta en tecnologías y fuentes energéticas verdes y que se preocupe de la justicia social y ambiental más que del bolsillo de yuppies de terno y corbata.