Más de dos mil policías de seguridad fueron desplegados para operar puestos de control y controlar documentos de identidad en un esfuerzo por arrestar a los simpatizantes de la causa en favor de la democracia.

Walid Saffour, presidente del Comité de Derechos Humanos de Siria, dijo: *»Cuanto mayor es la violencia, mayores son las protestas en Siria. Ahora no hay vuelta atrás a los días del temor y la represión. Los sirios quieren ser libres, quieren democracia e igualdad»*.

La embajadora estadounidense Susan Rice se refirió a Siria el martes ante las Naciones Unidas.

Rice declaró: *“En lugar de escuchar a su propio pueblo, el Presidente Assad está culpando falsamente a terceros al tiempo que busca la ayuda de Irán para reprimir a los ciudadanos sirios por medio de las mismas tácticas brutales que fueron utilizadas por el régimen iraní. Estados Unidos seguirá defendiendo la democracia y el respeto por los derechos humanos, los derechos universales que todos los seres humanos deben gozar, en Siria y en todo el mundo»*.