En la localidad de San Pedro, al norte de la provincia de Misiones, el municipio lleva más de un año y medio fumigando las calles y veredas del pueblo con el famoso herbicida Round Up (cuyo principal componente es el glifosato), situación que por estos días desencadenó una manifestación por parte de un grupo de ciudadanos que decidieron expresar su disgusto ante el envenenamiento, y que eligieron hacerlo en el acto de inauguración del nuevo Hospital de San Pedro, evento que contó con la presencia del gobernador de la provincia, Hugo Passalacqua, y de la ministra de Ecología, Verónica Derna.
“Paren de fumigar nuestras casas, fuera Monsanto de nuestras vidas” enunció el encabezado del texto que los manifestantes distribuyeron entre los presentes durante el acto citado, donde además desplegaron pancartas alusivas. “Este tóxico y cancerígeno veneno es utilizado a diario por el municipio en las veredas de nuestras casas y escuelas como desmalezador urbano y supuestamente para combatir el dengue” explicaron desde el colectivo movilizado por esta causa, donde confluyen vecinos de diversos barrios, trabajadores, ambientalistas y estudiantes de la localidad.
En una acción previa, el 22 de septiembre de este año, el grupo autoconvocado envió un documento al intendente de San Pedro, Miguel Dos Santos, reclamándole que “a través de las áreas municipales correspondientes, se suspenda la aplicación de agrotóxicos en el radio urbano y la vía pública del municipio”.
Una de las personas consultadas por Revista Superficie relató que “la primera vez que ví esta práctica por parte de empleados de la Municipalidad fue en mi propio barrio. Operarios con las típicas mochilas de Round Up estaban fumigando la vereda y la calle. Incluso fumigaron la entrada de la escuela primaria con glifosato. Muchos vecinos se quejaron porque les mataron todas las plantas, hasta las que estaban adentro de la propiedad. Después esto se empezó a ver en todos los barrios. Randapean con la excusa de desmalezar y por el tema de los mosquitos, pero lo que hacen nos pone en riesgo a todos”.
También un empleado municipal confió bajo reserva que lo que se arroja a las veredas es Round Up, tóxico de la compañía multinacional Monsanto, cuyo principio activo es el glifosato. El uso del glifosato fue prohibido en varias ciudades del país, entre ellas la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, General Alvear (Entre Ríos), Epuyén (Chubut) y otras. En toda la provincia de Santa Fe por ejemplo, desde 2010 está prohibido fumigar con glifosato en radios urbanos.
En Misiones, la Ley provincial 2980 establece un “régimen de contralor del uso de agrotóxicos, sus componentes y afines con el objeto de asegurar la salud humana”. En Misiones no se cumple ninguno de los puntos que esta ley contempla. El órgano de aplicación es el Ministerio de Ecología. La Ley,determina la “Prohibición del uso de agrotóxicos que revelen características teratogénicas, carcinogénicas o mutagénicas de acuerdo con los resultados actualizados de experiencias de la comunidad científica”.
La comunidad científica viene brindando amplios aportes y veredictos en relación a la toxicidad y peligrosidad del uso del glifosato, sin embargo en Misiones no se ha prohibido el uso ni la venta de ninguno de estos productos. El artículo 11 determina: “la autoridad de aplicación podrá prohibir, restringir, limitar o suspender la introducción o fabricación de un agrotóxico, sus componentes y afines, a los efectos de cumplir con los objetivos de la presente ley”.
Manifestación y reacciones
Los ciudadanos autoconvocados participaron del acto inauguracional del hospital de San Pedro respetuosa y pacíficamente. Simplemente expresaron su opinión elevando una pancarta con la leyenda “Los agrotóxicos matan y el hospital no cura” y distribuyendo volantes informativos acerca de las prácticas comunales de fumigación con glifosato en zona urbana y de los riesgos que esto acarrea para la salud humana y el ambiente. Lograron expresarse, aunque debieron soportar presiones. “Cuando llegamos se nos acercaron personas de civil, nos hicieron mostrarles los carteles y volantes, y buscaron impedir que los exhibiéramos, pero lo hicimos igual. Al final, nos acercamos a la ministra de Ecología, Verónica Derna, a informarle de la situación, ya que el ministerio que encabeza es autoridad de aplicación de la Ley 2980. También intentamos que el gobernador nos escuche pero no lo hizo y se retiró sin atendernos. En tanto, el intendente se enojó y al retirarse nos dijo, en tono desafiante: voy a seguir fumigando, vamos a seguir randapeando”.