Convocados por la Mesa en Defensa de la Sanidad Pública (MESDAP) de Madrid, los indignados, más de 6 mil, según la Policía, detrás de una gran pancarta con el lema: «la sanidad no se vende se defiende», han marchado por el centro de la ciudad capital.
Lemas como «No se vende la salud» o «Es criminal recortar la sanidad», se leían en las pancartas que llevaban los manifestantes para exigir al Gobierno de Mariano Rajoy el fin de los recortes en el sector sensible de la Sanidad.
La suspensión de los planes del gobierno regional por la privatización de seis grandes hospitales de Madrid y 27 centros de salud en la comunidad autónoma, ha sido la principal demanda de los furiosos médicos.
Mediante un manifiesto leído en la emblemática Puerta del Sol, los participantes han subrayado que «no van a aceptar que se destruya el sistema público de salud».
La manifestación se ha realizado como parte de varios actos de protesta, convocados por los sindicatos de la salud desde el pasado noviembre en la capital española, para mostrar el repudio a los recortes presupuestarios impuestos por el Gobierno español con miras a contrarrestar la grave crisis económica que atraviesa el país desde 2008.