- APDHA denuncia la “alarmante pasividad” ante las repetidas muertes de porteadoras por avalanchas en Ceuta
- Solo en lo que va de año han fallecido cuatro mujeres por aplastamiento, siete -confirmadas- desde 2009 entre Ceuta y Melilla
- La organización ha llevado esta cuestión al Congreso de los Diputados y al Parlamento Europeo, que no han mostrado compromiso alguno
La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) ha denunciado hoy a través de un comunicado la “alarmante pasividad” del Gobierno español, el marroquí y la Unión Europea ante las repetidas muertes de mujeres porteadoras en el paso de El Tarajal en Ceuta. La muerte ayer de dos porteadoras por aplastamiento tras una avalancha eleva a cuatro el número de mujeres fallecidas solo en lo que va de año. El incidente, que dejó otros cuatro heridos según medios locales, acabó con la vida de Rmili Karima, de 34 años, y Bakkali Touria, de 45, residentes en la localidad de Castillejos, próxima a la frontera.
La APDHA lanzó el pasado noviembre la Campaña ‘Porteadoras: La Injusticia a la Espalda’ en la que además de proponer un decálogo para la mejora de las condiciones de las porteadoras, ha reclamado en el Congreso de los Diputados, en mayo, y en Parlamento Europeo, en junio, medidas para acabar con lo que califican como una “sangrante vulneración de derechos humanos”.
Además, la organización ha exigido ante estos organismos una investigación sobre las muertes de Soad el Jatabi, de 24 años y madre de un bebé, y Batul el Hichu, de 40. “No sólo no hemos obtenido respuesta, sino que solo hemos recibido son evasivas, ningún compromiso concreto, ni se han asumido responsabilidades”, critica la organización, que denuncia que la gestión de la frontera sigue siendo “nefasta” y “el caos y las avalanchas siguen reinando”.
Según la APDHA, las cuatro muertes se suman a las de las tres mujeres que en 2009 perdieron la vida trabajando en el porteo, Zhora Boudoghya, de 53 años, y Bossra el Meriouti de 33, en Ceuta, y Safia Azizi, de 41, en el barrio chino en Melilla. “No es posible que se perpetúe el silencio de la injusticia y la invisibilidad de estas mujeres, cuyas muertes parecen no importar”, señalan.
Las continuas aperturas y cierres de la frontera, el reparto de tickets y la falta de entendimiento con los comerciantes del polígono de El Tarajal a la hora de realizar un plan de seguridad, no han servido para garantizar que las mujeres que se dedican al porteo de mercancías puedan realizar su trabajo en condiciones dignas, apunta la APDHA. Las mejoras no han ido más allá de la colocación de unos toldos que proveen de sombra en el espacio reservado, mientras que esperan a poder cruzar el paso fronterizo, lamentan.
A la expectativa, hoy, de la reunión del ministro del Interior Juan Ignacio Zoido en Rabat para tratar la cooperación en la lucha contra el terrorismo, la APDHA espera que además de estos asuntos, “tengan la honestidad de ubicar como un asunto prioritario en sus agendas la situación de las mujeres porteadoras», asunto que compete a ambos gobiernos. A juicio de la organización, este entendimiento debe servir para evitar más muertes de mujeres que buscan el sustento y un futuro para sus familias, porque son evitables.
El porteo
El porteo es una actividad alegal que consiste en trasladar fardos, como equipaje de mano, desde el polígono del Tarajal de Ceuta hasta las localidades de Marruecos próximas a la frontera, a cambio de una comisión. La mayoría de las más de 9.000 personas que realizan esta actividad son mujeres que sostienen a sus familias gracias a este trabajo.
En el desarrollo de esta actividad, estas mujeres se ven sometidas a diario, por las fuerzas de seguridad a ambos lados de la frontera, a vejaciones, abusos, trato degradante e incluso, según denuncian las propias porteadoras, a acoso sexual a las más jóvenes. Así se detalla en el informe realizado por la APDHA en noviembre de 2016, ‘Respeto y Dignidad para las Mujeres Marroquíes que portan Mercancías en la Frontera de Marruecos y Ceuta’, elaborado dentro de la campaña ‘Porteadoras: La Injusticia a la Espalda’.
“La magnitud del maltrato y de la falta de respeto a los derechos humanos de estas personas es indescriptible”, llevan entre 60 y 90 kilos de peso a sus espaldas durante horas a lo largo del recorrido sin acceso a agua potable ni a baños públicos, son insultadas, acosadas y menospreciadas, obligadas a mantener filas y golpeadas si no lo hacen, todo por menos de 10 euros de media al día, asegura la organización.
La situación ha empeorado desde la apertura del nuevo paso fronterizo del Tarajal II, el pasado 27 de febrero, ante el incremento de personas que se dedican a esta actividad evidenciando la ausencia de mejoras efectivas en materia de seguridad humana.
Los beneficios son cuantiosos, “cerca de la mitad de las exportaciones salen de Ceuta a las espaldas de las portadoras, una actividad atípica que se cifra en más de 400 millones de euros”, según un estudio de la Universidad de Granada titulado Estudio sobre el Régimen Económico y Fiscal de Ceuta. Para la APDHA, es un imperativo que se garantice el respeto a la dignidad y a la integridad física de las personas que ejercen el porteo en la Frontera Sur de Europa.