Las víctimas se produjeron en todo el país, pero tuvieron su epicentro en Bagdad. La violencia interreligiosa y las secuelas que dejó la invasión de Estados Unidos.
Con 712 muertos y 1.633 heridos, abril de 2013 se convirtió en el más sangriento en Irak desde junio de 2008, informó hoy la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para Iraq (UNAMI).
En un comunicado, la UNAMI precisó que el mes pasado murieron 595 civiles y 117 miembros de las fuerzas del orden, en cuanto a los heridos, un total de 1.438 fueron civiles, mientras que 195 pertenecían a la policía o el ejército.
La provincia con más víctimas fue Bagdad, con 211 muertos y 486 heridos, seguida de Diyala (este), Salahedín (centro), Kirkuk (norte), Nínive (norte) y Al Anbar (oeste) , indicó la agencia de noticias EFE.
A lo largo de abril, Irak fue escenario de atentados y ataques armados en distintos puntos de su territorio.
Muchos de esos ataques se produjeron los días previos a la celebración de elecciones provinciales el pasado día 20.
Además, una ola de violencia sacude el país desde hace poco más de una semana tras el asalto por parte de la policía y el ejército a una plaza, escenario habitual de manifestaciones de sunitas, en la localidad de Al Hueiya, en Kirkuk (norte), que causó 26 muertos y 155 heridos.
Tras ese asalto, los atentados y los ataques armados se han extendidos por distintas zonas del territorio y han dejado decenas de víctimas.
Irak vive actualmente una crisis política originada por las protestas de suníes, que se quejan de ser discriminados por el gobierno del primer ministro, el chiíta Nuri al Maliki.