Hoy tuvo lugar una movilización a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires donde trabajadores del hospital Borda, médicos, enfermeros, psicólogos, realizaron su jornada de lucha con un paro nacional en repudio a la feroz represión que sufrieron el viernes pasado en las instalaciones del neuropsiquiátrico. La Policía Metropolitana a cargo de Mauricio Macri ese día reprimió a los pacientes, trabajadores y legisladores dejando más de 50 heridos y numerosos detenidos cuando quería imponer por la fuerza la construcción de un Centro Cívico del gobierno porteño en las instalaciones de un Taller donde los pacientes del hospital realizaban numerosas actividades.

Militantes de fuerzas de todo el arco político opositor al macrismo, estudiantes secundarios y universitarios, trabajadores estatales, docentes, organizaciones barriales, referentes políticos y legisladores rechazaron la violencia del macrismo. Exigieron además la renuncia del ministro de Seguridad Guillermo Montenegro por su responsabilidad en los hechos y que sean removidos los funcionarios políticos y los policías que ejecutaron la violencia en el histórico neuropsiquiátrico de Barracas.

«Más allá de los matices, contra la represión del gobierno de Macri todos juntos los trabajadores decimos ´basta´ de represión», afirmó el secretario general de ATE Capital, José Luis Matassa, uno de los oradores del acto que se realizó como cierre de la movilización que se concentró en Avenida de Mayo y 9 de Julio. Matassa exigió en el improvisado escenario armado frente a la Jefatura de Gobierno porteño el «juicio político a Macri y la renuncia inmediata de Montenegro», informó la agencia Télam.

En tanto que Lía Méndez del Partido Humanista destacó: “La policía de Macri no tiene formación en perspectiva de derechos y por tanto en defensa de derechos humanos. Sus efectivos no están en condiciones de integrar una fuerza de seguridad. Por lo que resulta ineludible e impostergable su desarticulación y la fundación de una nueva policía, en el marco de un plan de seguridad que contemple, entre otras cosas, el real y efectivo control de la actividad policial por parte de los ciudadanos”.