Finalmente, el gobierno macrista avanzó contra el único director opositor del Banco Central, el jurista Pedro Biscay y el miércoles 27 de julio oficializó su remoción por «mediar mala conducta e incumplimiento de los deberes de funcionario público».
Obviamente, el objetivo de su salida forzada fue la de silenciar e invisibilizar su opinión sobre la política monetaria y cambiaria, la que había cuestionado públicamente por su alto nivel de endeudamiento en detrimento del empleo y desarrollo económico con equidad social. “No están dispuestos a tener una voz crítica en el directorio del banco», afirmó Biscay.
La remoción de Biscay refleja la falta de pluralismo y las actitudes antidemocráticas del gobierno de Macri, que en plena campaña para elecciones parlamentarias, el día antes había perdido una dura batalla en el Congreso al no lograr la expulsión del diputado Julio de Vido, exministro de Planificación del gobierno kirchnerista.
Pensamiento único, mensaje único
El decreto lleva la firma del presidente Mauricio Macri, del jefe de Gabinete, Marcos Peña, y del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. El mismo, elimina el imprescindible control social democrático de una entidad clave para la sociedad, como es el banco Central y es interpretado por los analistas argentinos como una muy seria persecución política e ideológica
La decisión contiene falsedades y refleja el autoritarismo con que se maneja Macri y su gabinete. En la Reserva Federal de EEUU y en los bancos centrales europeos, los Directores hacen públicas sus opiniones, muchas veces disidentes respecto a las políticas a seguir.
El mal desempeño no es de Biscay sino de quienes con sus políticas a partir de diciembre de 2015 han aumentado la inflación , provocando inestabilidad monetaria y financiera, generando una recesión, aumentado el desempleo y la exclusión social, en abierta violación al artículo 3 de la Carta Orgánica del Banco Central, señaló el anterior presidente del mismo, Alejandro Vanoli.
Precisamente, el ministro Dujovne informó a la Oficina Anticorrupción que posee un patrimonio de 97 millones de pesos, de los cuales 74 millones están afuera del país, pero pareciera no tener interés en retornarlos, en medio del «clima de confianza» que según él impera en la Argentina a partir de las políticas macristas. El 10% de su patrimonio (alrededor de 600 mil dólares), dice la Agencia Paco Urondo, son ganancias de su compras de dólar a futuro y las devaluaciones producidas por su gobierno..
Biscay, abogado de 38 años, había sido designado en agosto de 2014 por el Congreso y tenía mandato hasta 2019. Acallando a Biscay, el gobierno pretende tener una voz monocorde (un mensaje único) . «Mala conducta tienen aquellos que no defienden los destinos de la patria», afirmó Biscay, quien sostuvo que «no hay pruebas que determinen el mal desempeño».
Anteriormente, el jurista fue coordinador del área Fraude Económico y Bancario de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac) y es reconocido como uno de los más serios expertos en la materia en Latinoamérica.
Biscay – único Director en ejercicio elegido por el Senado de su país y con un mandato hasta septiembre de 2019- adelantó que iniciará una demanda por entender que «hay una interferencia manifiesta de la independencia del Banco Central» donde dijo que «la gestión del presidente del Central (Federico Sturzenegger) es totalitaria».
El gobierno acusó a Biscay de realizar «afirmaciones que ponen en riesgo los objetivos establecidos» en la Carta Orgánica del Banco, «particularmente en lo que se refiere a la estabilidad financiera en un sistema bancario de encajes fraccionarios y en el marco de un país que ha atravesado múltiples crisis cambiarias y bancarias en las últimas décadas».
En los últimos meses, el abogado había publicado una serie de artículos en los que analizaba la política económica y monetaria del gobierno y advertía la posibilidad de una crisis, que vive ya el país, cuando el valor del ´dólar alcanzó su máximo histórico y la inflación sigue avanzando.
«Esta situación demuestra que el país atraviesa una etapa de agudo avasallamiento a las instituciones y a las bases republicanas y democráticas nunca antes visto en gobiernos constitucionales. Estamos viviendo en un estado cercano a la excepción, donde la ley deja de ser la pauta de actuación de los servidores públicos. Y pone en serio riesgo la estabilidad del Estado de Derecho y el conjunto de bienes jurídicos que deben ser promovidos y protegidos en una sociedad democrática».
El poder fáctico local se subordina al gobierno global de las multinacionales. No admite oposición parlamentaria o en algún organismo del Estado; la aspiración del gobierno es avanzar en una nueva enajenación de empresas públicas de carácter estratégico, entre ella la industria satelital y nuclear.
¿También van a sancionar a la OCDE?
El Jefe de Gabinete, Marcos Peña, uno de los firmantes de la destitución, señaló que “no hay ninguna cuestión rara, con lo cual no hay ninguna razón para la victimización que tanto les gusta”. El presidente de la comisión de Finanzas de Diputados, el macrista Eduardo Amadeo, aseguró que “la libertad de expresión es absoluta”, y señaló que el ex funcionario fue “extremadamente imprudente” con sus declaraciones: “Habla de crisis todo el tiempo, del dólar, ha sido extremadamente imprudente”, aseveró.
El propio Peña sería responsable por no denunciar oportunamente las expresiones “poco prudentes” de Biscay, ya que así lo establece clara,mente la ley 25.188 de ética pública y sus normas complementarias. Es Peña quien pone en evidencia que la críticas hechas por Biscay son veraces y no sus falsas repetidas afirmaciones de que «no hay nada que preocuparse» con la escapada del dólar en los últimos días.
El reconocimiento público de Peña es que han sido “muy sensibles» las críticas hechas por el removido funcionario ya que «Argentina que tiene tanta memoria de las crisis, la gente siempre está mirando el dólar y las tasas de interés”, Si el decadente funcionario está tan seguro de la «excelente» gestión de Sturzenegger al frente del Banco Central. ¿por qué teme tanto a las opiniones de Biscay?
El destituido funcionario no ha hecho sino en poner en evidencia (en cumplimento de su deber como funcionario público) los gigantescos desequilibrios provocados por la política de endeudamiento y tasas especualtivas del BCRA.
Pero no es sólo Biscay quien denuncia la falta de transparencia de Sturzenegger y su BCRA: la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) afirmó que «El Banco Central carece de independencia formal y le falta claridad a su mandato. Esto disminuye la efectividad de la política monetaria». ¿Exigirá Peña sanciones para los directivos de esta organización del establishment internacional? Es la OCDE la que señala que el camino macrista es oscuro e incorrecto.
Buena conducta es entregar las Malvinas y Tierra del Fuego
Para no tener “mala conducta” hay que opinar lo mismo que Macri. Así lo hace el vicepresidente del Banco Central, , Lucas Llach, quien afirmó en las redes sociales: “Yo entregaría no sólo las Falklands sino todo Tierra del Fuego a England, así nos sacamos ese apéndice que le encarece la vida al pueblo».
Es más o menos lo que opinaba la excanciller Susana Malcorra y quizá lo que opine el Presidente. Tras viralizarse el tuit, funcionario decidió borrarlo, pero eso no evitó las cataratas de críticas en su contra. Obvio, no se trata de mala conducta sino “apenas” de traición a la patria. A la par que los errores que se suman en los mapas oficiales y en negociaciones secretas con la cancillería británica para la eventual explotación petrolera en aguas del Atlántico Sur.
El futuro tan temido
Cuando la bicicleta financiera se termine, la deuda consolidada va a ser de tal magnitud que empujará a severos planes de ajustes primero, y de nuevo las privatizaciones de YPF, la petrolera estatal (los campos de Vaca Muerta incluidos), de las empresas más redituables del Estado y del sistema previsional.
La bicicleta financiera relaciona la tasa de ganancia financiera en moneda dura con el resto del mundo mediante tasas positivas de interés, atrasar el tipo de cambio, reducir aranceles y/o desproteger el sector externo permitiendo sustituir la producción local por la extranjera. En lugar que el tipo de cambio lo fije la cuenta corriente de la Balanza de Pagos, lo fija la Cuenta de Capital atraída por la perniciosa combinación de atraso cambiario y altas tasas de interés, base de la inconsistencia del modelo macrista.
La administración de Macri trata de frenar la inflación con endeudamiento (externo e interno) y Letras del Banco Central (Lebac) y pases a tasas astronómicas, incrementando exponencialmente la deuda externa e interna del Estado. Conscientes que esto no lo pueden repetir permanentemente, se preparan para realizar un fuerte ajuste de las cuentas públicas y consolidar la deuda de corto plazo en un bono (similar al “9 de Julio” de Julio Alsogaray en la década de 1960).
El poder fáctico local se subordina al gobierno global de las multinacionales. No admite oposición parlamentaria o en algún organismo del Estado; la aspiración del gobierno es avanzar en una nueva enajenación de empresas públicas de carácter estratégico, entre ella la industria satelital y nuclear.
Cuando la bicicleta financiera se termine, la deuda consolidada va a ser de tal magnitud que empujará a severos planes de ajustes primero, y de nuevo las privatizaciones de YPF, la petrolera estatal (los campos de Vaca Muerta incluidos), de las empresas más redituables del Estado y del sistema previsional.
La bicicleta financiera relaciona la tasa de ganancia financiera en moneda dura con el resto del mundo mediante tasas positivas de interés, atrasar el tipo de cambio, reducir aranceles y/o desproteger el sector externo permitiendo sustituir la producción local por la extranjera. En lugar que el tipo de cambio lo fije la cuenta corriente de la Balanza de Pagos, lo fija la Cuenta de Capital atraída por la perniciosa combinación de atraso cambiario y altas tasas de interés, base de la inconsistencia del modelo macrista.
La administración de Macri trata de frenar la inflación con endeudamiento (externo e interno) y Letras del Banco Central (Lebac) y pases a tasas astronómicas, incrementando exponencialmente la deuda externa e interna del Estado. Conscientes que esto no lo pueden repetir permanentemente, se preparan para realizar un fuerte ajuste de las cuentas públicas y consolidar la deuda de corto plazo en un bono (similar al “9 de Julio” de Julio Alsogaray en la década de 1960).
El dólar al cambio oficial alcanzó su máximo histórico. Lo único que falta es que alguien diga que la culpa es de Biscay…