Fuentes del CSFA indicaron que el ex ministro de Transportes Essam Sharaf fue encargado esta misma mañana por la cúpula militar para formar un nuevo Ejecutivo, para lo cual se reunió con miembros de la instancia castrense para puntualizar los términos de los nombramientos.
De acuerdo con el rotativo independiente Al-Masry Al-Youm, Sharaf aceptó la misión *»sin otra preocupación que el interés popular»*.
Los movimientos juveniles revolucionarios 25 de Enero, nombre tomado de la fecha en que iniciaron las manifestaciones que derrocaron al anterior régimen, y 6 de Abril habían fijado de plazo hasta hoy para que el jefe del gobierno dimitiera.
De no hacerlo, advirtieron a comienzos de semana, se convocaría otra *»marcha del millón»* para el viernes en la céntrica Plaza Tahrir y otros lugares del país donde protagonizaron los 18 días de movilizaciones que obligaron a Mubarak a dejar la presidencia.
Los jóvenes de Egipto veían a Shafiq como un vestigio del depuesto régimen, además de que le criticaron que durante una reunión del gabinete antes de la renuncia de Mubarak se burló de los manifestantes *»prometiendo darles caramelos, si evacuaban la plaza Tahrir»*.
Por otro lado, muchos sectores populares dudaban de la capacidad del ya ex primer ministro para supervisar los cambios exigidos durante la rebelión revolucionaria, tomando en cuenta que nunca se le conoció como una figura *»pro-reforma o anticorrupción»*.
Sharaf fue nombrado titular de Transportes en 2004 bajo la gestión del primer ministro Ahmed Nazif (reemplazado a finales de enero por Shafiq), pero renunció debido a un accidente de trenes con saldo letal. Se afirma que participó en las marchas recientes contra Mubarak.
Entre las primeras reacciones se conoció la del activista opositor y Premio Nobel de la Paz Mohamed ElBaradei, quien saludó la decisión del CSFA de aceptar la dimisión de Shafiq, cuyo gabinete tenía cuatro ministros del anterior régimen.