El 7 de julio, en Nueva York, la Conferencia de las Naciones Unidas adoptó el Tratado de Prohibición de las Armas Nucleares. El Ecuador, junto a los Estados Miembros de las Naciones Unidas que participaron en la reunión, reafirmaron con la adopción de este instrumento, la vocación de paz y la preeminencia del ser humano en las relaciones internacionales.
La resolución fue aprobada por consenso con 122 votos a favor, el voto en contra de los Países Bajos y la abstención de Singapur.
El Ecuador, fiel a su tradición de defensa del desarme universal, ha sido un actor importante en el proceso de negociaciones que llevó a la concreción de este objetivo largamente esperado para asegurar la supervivencia misma de la humanidad.
Las Misiones Permanentes del Ecuador en Nueva York, Ginebra y Viena en coordinación con la Subsecretaría de Asuntos Multilaterales de la Cancillería ecuatoriana han realizado un trabajo conjunto durante el último año que ha permitido una participación destacada de nuestro país en este histórico proceso.
Luego de la adopción del tratado, la Delegación ecuatoriana, realizó una declaración en la que recordó el histórico y firme compromiso del país con el desarme nuclear, por lo que ha sido motivo de particular orgullo para el Ecuador haber participado de manera activa en estas negociaciones.
El Tratado prohíbe de manera clara e irrefutable todas las actividades relacionadas con las armas nucleares, y reconoce las catastróficas consecuencias del uso de estas armas, incluido su impacto desproporcionado en las poblaciones vulnerables. Especial relevancia tiene la prohibición de la amenaza del uso de las armas nucleares, deslegitimando así cualquier viso de legalidad a las doctrinas de la disuasión nuclear.
Además, el Tratado contempla la necesaria flexibilidad para que los Estados que actualmente poseen armas nucleares puedan adherirse y de manera concreta comprometerse con el desarme nuclear.
El Tratado se abrirá a la firma de los Estados a partir del 20 de septiembre de 2017 en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York y requerirá 50 ratificaciones para su entrada en vigor.