La actual constitución ecuatoriana manda que la educación superior en el país sea gratuita, esa es la razón por la que el acceso a la formación de tercer nivel registró un crecimiento desde la aprobación del referéndum de 2009 en el que se reformó la constitución.
El libre ingreso a las universidades públicas es uno de los puntos altos que ha conseguido la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), ente encargado de manejar la formación de tercer nivel en Ecuador.
“El Sistema de Nivelación y Admisión –adscrito a la Senescyt- lejos de restringir oportunidades en el acceso, las ha incrementado, por ejemplo el ingreso a las universidades pasó de 52.781 estudiantes en 2009 a 71.995 en 2012”, dijo René Ramírez, secretario de la Senescyt.
La otra cara de la monada ocurre en Chile, en donde actualmente los estudiantes universitarios realizan marchas y manifiestaciones casi diarias para pedir al gobierno de Sebastián Piñera que desarrolle una reforma en la Constitución para que la educación en este nivel sea gratuita.
El fin al lucro y una educación pública gratuita y de calidad son el motivo central de las multitudinarias manifestaciones estudiantiles que se iniciaron en 2011, exigiendo una profunda reforma al sistema educativo heredado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), refirió el diario El Tiempo de Chile sobre la última marcha ocurrida el pasado jueves 11 de abril.
En Ecuador, el Estado no solo ha promovido una educación superior gratuita sino que también trabaja por la calidad de la misma, un ejemplo de eso fue suspensión de 14 universidades por falta de calidad académica. Ante esto la Senescyt y el Consejo de Educación Superior (CES) aplicaron el Plan de Contingencia.
El Plan de Contingencia, más los hijos de familias que reciben el Bono de Desarrollo Humano, suman más de 75.000 personas que pueden cumplir con la consecución de sus estudios de tercer nivel. “De los 35.878 ciudadanos que se acogieron al plan de contingencia, que tuvo una inversión de más de USD 60 millones, 16.452 están en proceso de graduación”, informó Ramírez.
Todos estos programas y proyectos que benefician a la educación superior se la ha hecho con una inversión de más de USD 1.300 millones, lo que representa el 1,9% del producto interno bruto (PIB). “Una democracia de calidad debe estar sustentada en la verdad”, comentó René Ramírez.