Entrevista a Jorge Sharp, alcalde de Valparaíso, Chile.
“El truco está en no mirarse el ombligo y convocar a la gente, esta es la clave para los movimientos políticos del presente”.
Entrevista realizada por: Pilar Paricio (Pressenza Barcelona), Roberto Andres, (MUITAS pela Cidade
que Queremos, Belo Horizonte) y Raquel Paricio (Pressenza Barcelona).
El alcalde de Valparaíso, junto con varias decenas de representantes de alcaldías de diversas ciudades del mundo, ha participado en el encuentro municipalista internacional Fearless Cities (ciudades sin miedo) celebrado recientemente en Barcelona. Se trata de un encuentro que según los organizadores permitirá que los movimientos municipalistas construyan redes globales de solidaridad y esperanza frente al odio, los muros y las fronteras.
P. ¿Cómo conseguisteis gobernar la municipalidad de Valparaíso y cuál es el programa?
La clave fue una alianza política social que se creó. Fue la más amplia y la más diversa que ha tenido la ciudad en los últimos 25 años. Una alianza de fuerzas liberales, progresistas y muchos movimientos y fuerzas vecinales, asociaciones barriales, el mundo de la cultura, intelectuales, ciudadanos comunes y corrientes etc. Esa alianza es la que nos permitió ganar.
Ahora bien, una cosa es ganar y otra es gobernar. ¿Cuál es la alianza política más adecuada para gobernar? El modelo de Valparaíso es la alcaldía ciudadana. Una ciudad que garantice derechos, que ordene territorios en torno a los intereses de los habitantes y no del sector privado. Una ciudad capaz de crear seguridades, en el caso de Valparaíso nos referimos a evitar los incendios constantes que se producen en esta ciudad. La alcaldía ciudadana es a largo plazo, pero también tiene la necesidad de resolver la urgencia. Los tres ejes que planteamos son definir prioridades, transparencia, y participación.
P. ¿Estáis desarrollando el documento de la Agenda Urbana en la línea que se propuso en la reunión de Hábitat III en Quito?
El problema urbano de Valparaíso es muy grande y está vinculado al desarrollo de la ciudad en relación a la perspectiva del uso del suelo. El instrumento de planificación es de los años 80, por tanto, no responde a la realidad que necesita la ciudad. Es un instrumento sumamente permisivo para el avance del sector privado particularmente el inmobiliario. Estamos tratando de idear un nuevo instrumento cuyo objetivo es que se pueda llevar a la gente. Hay una discusión muy interesante entre lo político y lo técnico. Es un instrumento muy técnico pero una vez resuelta la dirección política la respuesta la tiene quedar la comunidad. Es un proyecto que esperamos desarrollar en los próximos cuatro años, pero de momento ya hemos realizado un proceso de modificación del actual plan regulador, el que está ahora vigente y que queremos reemplazar porque la ciudad se encuentra desprotegida frente a la acción inmobiliaria. Si no hacemos esto, nos van a continuar construyendo edificios en barrios donde no debería construirse. Ahora ya hemos empezado a regular algunas cuestiones como las normas que regulan la altura de los edificios, ya que en algunos barrios en los que hay casas de 2 o 3 pisos se están construyendo torres de 30 pisos y los barrios no tienen capacidad para asumir a tanta población, destruye los barrios. La planificación territorial es una de las agendas más importantes para nosotros.
P. ¿Cómo ha sido la relación entre los partidos políticos que conformaban la alianza y que ahora están en el gobierno? ¿Cómo ha sido la distribución de los diferentes cargos?
Ese ha sido el gran reto, pues evidentemente se crean tensiones, pero hablamos de un tipo de tensiones que no inmovilizan, sino que son creativas. Para la definición de los equipos se consideraron básicamente dos criterios: el primero fue apostar por un equipo que pusiera al servicio de la municipalidad las mejores capacidades políticas y técnicas existentes dentro del marco de la alianza. Yo soy parte del movimiento autonomista, pero sabíamos que la necesidad de contar con un equipo de cuadros no la íbamos a solucionar solamente entre nosotros, sino que teníamos que mirar más allá. Los compañeros que cubren esos cargos ahora son los que considero tenían más capacidad para hacerlo y hay una constante revisión cada seis meses del trabajo realizado. El segundo criterio que nos parecía importante es que fuese un equipo diverso tanto desde la perspectiva generacional, como desde la perspectiva de los perfiles y de los orígenes. La definición de los equipos fue muy transparente, aunque también hubo críticas.
P. ¿En seis meses de gobierno crees que ha habido cambios?
Hemos empezado a avanzar en varios frentes. Se han mejorado temas de limpieza, aunque falta avanzar mucho por supuesto. No es solo un problema logístico o de maquinaria, sino que también se necesita concienciar mucho a la gente, por ejemplo en temas de reciclaje. En materia de salud hemos inaugurado una farmacia popular, cuya función es vender medicinas a un precio infinitamente inferior que las grandes cadenas farmacéuticas, estamos hablando incluso del 90% más barato. En Chile, en general, el acceso a los medicamentos se encuentra monopolizado por cadenas nacionales cómplices de los laboratorios que producen los medicamentos. Nosotros lo que hicimos básicamente fue realizar un convenio con la Central Nacional de abastecimiento, que es como el aparato estatal que lleva estos temas. Esto se viene haciendo en otros municipios desde hace tiempo, por ejemplo en Santiago. En base a ello, hemos avanzado con la creación de una Asociación Nacional de municipalidades con farmacias populares que está en todo Chile y donde yo estoy de tesorero. También inauguramos hace poco una sala de fraccionamiento, donde se suministra la cantidad justa de medicamento que necesita el paciente. Ahora vamos también a inaugurar una óptica.
P. ¿Cómo fue el proceso de las primarias para después llegar a la conquista que hicisteis?
Fue un balón de oxígeno para la política de Valparaíso. Nosotros la llamamos “Primarias Ciudadanas”. Candidatos que se presentan y quien saca más votos gana, pero no fue hecha por el estado, fueron autogestionadas, fue la misma gente que nos organizamos. Transparencia, y autogestión. Votaron 5.200 personas, fue un éxito porque no se esperaba que votase tanta gente, eso le dio una fuerza tremenda a la candidatura, fue un punto clave. Este modo de proceder lo entendemos como una innovación política, hacer cosas distintas, nuevas formas de hacer política. El truco está en no mirarse el ombligo sino convocar a la gente, esa es la clave para los movimientos políticos del presente. Convocamos a tomar la decisión más importante que tenía el proceso: ¿quién sería el rostro?
Cada candidato de los cinco teníamos un sello: había una persona que venía de una lucha barrial, otra que era empresaria, otro que era arquitecto, otra que era del partido humanista y yo que venía primero del movimiento estudiantil chileno y cofundador después del Movimiento Autonomista. Eso fue muy importante porque nos dio mucha potencia y condiciones para generar la alianza.
P. Las gentes que no ganaron las primarias, ¿siguen participando?
Ganamos y nos instalamos como una candidatura, pero no una candidatura competitiva. La carrera seguía manteniéndose entre dos grandes bloques: la concertación y la derecha. Entonces tuvimos que luchar contra la invisibilidad. fue muy difícil establecer debate con ellos. Pero hubo un debate que retransmitió la CNN en Chile donde estábamos los cuatro candidatos. Y ese debate fue clave porque permitió marcar las diferencias con los demás candidatos y ponernos a nosotros en la posibilidad de competitividad real, fue el debate más visto de todas las municipales. Fue visto por 100.000 personas.
P. Tuvisteis mucho apoyo juvenil. ¿Crees que se está produciendo un interés de los jóvenes por la política?
Sí, hay una generación que está tratando de jugar un rol, lo veo en Europa lo veo en Latinoamérica. En un proyecto de cambio el hecho de ser joven ayuda, permite traducir lo nuevo, lo distinto, pero la construcción de un gobierno de cambio no es solo una cuestión de jóvenes es cuestión de todos aquellos y aquellas que queremos que la ciudad de un giro.
P. ¿Que dirección puede tomar este evento que se está celebrando en la ciudad de Barcelona, que permite acoger fuerzas políticas internacionales que defienden los derechos humanos, la democracia y el bien común frente al resurgimiento de la ultraderecha?
Hay que ver cómo sigue esto, en qué termina porque dentro del mundo mundial municipal hay diferencias, por supuesto, desde el interés de la disputa por lo local al interés de la disputa por lo internacional. Creo que en este grupo es donde se halla la gente de Barcelona en común. Barcelona es una ciudad que juega un rol muy importante y es pionera tienen ya dos años de experiencia por eso es importante aprender, pero desde Valparaíso estamos expectantes a ver cómo sigue esto a ver cómo somos capaces de proyectarlo. En Sudamérica tenemos que articular lo que en algún momento se desarticuló.
P. Para finalizar nos gustaría preguntarte ¿qué respuesta se pueda dar ante esta ola de violencia que se está incrementando y que se justifica en posturas de extrema derecha? ¿Cuál sería el camino para crear un mundo no violento?
Estamos en una época donde el capital ha logrado avanzar hacia estados insospechados en la vida del ser humano. Para mí eso es el problema central en este momento de la humanidad, es el binomio humanidad-capital y ese es el conflicto central. Entorno a todo ello, se articulan un montón de otras situaciones. Para nosotros la ciudad sin miedo es la ciudad que le dice basta a la desigualdad, basta a la discriminación, basta a las tasas nacionales, basta al hambre. Son dimensiones distintas del problema pero que están insertas dentro de un escenario global. En este escenario las ciudades tal y como decía ayer en su discurso Gerardo Pisarello son laboratorios de humanidad, creo que por ahí va la cosa.