Navegando en Internet para encontrar definiciones rápidas, breves aunque seguramente algo inexactas, he aquí lo que rescatamos sobre los Hermanos Musulmanes desde diferentes sitios como Wikipedia, la página de El País y de La Tercera :
Los Hermanos Musulmanes son una organización islamista, esto es, una organización política con un ideario basado en el islam.
Fue fundada en 1928 por Hassan al-Banna en Egipto después del colapso del Imperio otomano. Siendo originalmente un grupo fundamentalista, en la actualidad es una organización de amplia base social cuya minoría de dirigentes optó en tiempos modernos por una metodología no-violenta.
Desde su nacimiento la cofradía tuvo una vocación panislamista y su influencia ha sido intensa en Palestina, Jordania, Siria y los países del Golfo.
En Gaza y Cisjordania, el grupo islamista Hamás es, desde su creación en 1987, el referente de los Hermanos en Palestina.
En Siria, los Hermanos fueron el principal grupo de oposición a la dictadura de Hafez al-Asad, hasta el levantamiento y la masacre de Hama en 1982.
En Jordania, el partido político Frente de Acción Islámico es, desde su creación en 1991, el ala política de los Hermanos musulmanes en el país.
En Sudán, el líder islamista Hassan al-Turabi también estuvo ligado a la cofradía de los Hermanos Musulmanes.
Durante la década de los 90 y primeros años del siglo XXI, la hermandad evoluciona hacia una especie de liberalismo islámico conservador: la mayoría de los nuevos cuadros aceptan el pluripartidismo, (incluyendo a coptos y comunistas), la liberalización económica y su base de reclutamiento es cada vez más la clase media.
Desde la Segunda Guerra de Irak EEUU parece haber cambiado su política hacia la hermandad. Sectores pragmáticos del gobierno estadounidense aconsejan un acercamiento hacia el islamismo moderado para posibilitar su inclusión en futuros sistemas democráticos de la zona.
En Egipto llegaron a conseguir una quinta parte de los escaños en las elecciones parlamentarias de 2005, aunque presentándose como candidaturas independientes.
Se calcula que entre medio millón y un millón de los 80 millones de habitantes de Egipto son miembros o simpatizantes de la cofradía. Su popularidad deriva tanto de que el mismo Mubarak le concedió la condición de principal oposición a su régimen como de su acción social. También son muy activos e influyente en el seno de los sindicatos y las organizaciones de trabajadores egipcios.
Su objetivo es el regreso del valle del Nilo y los demás países musulmanes a una aplicación estricta y literal de la sharia o ley islámica. El islam es religión y Estado, libro y espada, toda una forma de vida. Es la predicación, la acción política y el ejemplo de su acción social.
Luego de la renuncia de Mubarak, en un comunicado los Hermanos Musulmanes consideran que la cúpula militar adoptó una *»orientación correcta para el traspaso pacífico del poder»*, aunque piden, entre otros cambios, la derogación inmediata de la Ley de Emergencia, la disolución del parlamento, la formación de un nuevo gobierno y libertad para la formación de partidos políticos.
La nota expresa las demandas de la Hermandad, que comienzan por la derogación de la Ley de Emergencia vigente desde 1981 «porque coarta las libertades e infunde el miedo» en la ciudadanía.
La agrupación exige también la disolución del Parlamento y los consejos locales por considerar su composición fruto del fraude, y pide la convocatoria de elecciones libres y limpias con la supervisión total de los jueces.
Asimismo, reclaman que se enmienden los artículos de la Constitución egipcia «que consagran la injusticia y el autoritarismo» y que se acelere la formación de un gobierno nacional compuesto por «personalidades patriotas e independientes para que administre el país de una forma interina».
De la misma forma, piden «libertad para la formación de partidos políticos sobre bases civiles y democráticas», pese a que la carta magna actual prohíbe la constitución de partidos políticos de base religiosa.
Otras de las exigencias del grupo a los militares son la liberación de los presos políticos -especialmente de los detenidos por participar en las revueltas que acabaron con Mubarak-, que se cumplan los fallos de la justicia respecto a los salarios y al suministro de gas a Israel, y presentar ante la justicia a los corruptos.