*»Conozco a Mubarak bastante bien»*, advirtió Carter, porque cuando *»Sadat tenía un mensaje que transmitir enviaba a Mubarak»*, que era vicepresidente de Egipto cuando se negoció la paz entre Egipto e Israel, dijo Carter, quien trabajó entonces con Sadat que fuera el presidente de Egipto y con el ex-primer ministro israelí Menahem Begin. Mubarak se convirtió en presidente en 1981, luego del asesinato de Sadat.
Según Jimmy Carter las protestas que se producen desde hace una semana en Egipto para exigir la renuncia de Mubarak, constituyen el acontecimiento *»de mayor transcendencia»* que tiene lugar en Oriente Medio desde la década del 80.
En los 30 años de Mubarak en el poder, se ha convertido en un presidente *»cada vez más corrupto»* y *»se ha perpetuado en el cargo»*, señaló Carter, y concluyó: *»Mubarak tendrá que irse»*.
*»Estados Unidos quiere que Mubarak se quede en el poder, pero la gente ha tomado una decisión»*, dijo el ex-presidente, afirmando que el líder egipcio es una preocupación actual para Washington.
*»Otros presidentes estadounidenses dijeron en privado a Mubarak que tiene que haber libertades»*, explicó. *»Organizaciones de medios -televisiones o periódicos- que criticaron a Mubarak fueron eliminados o sus responsables llevados a prisión»*, indicó Carter.
Mubarak nombró un nuevo gabinete y designó a Omar Suleimán, jefe de los Servicios Secretos, como vicepresidente, cargo que estaba vacante desde 1981.
*»Es un hombre inteligente que me cae muy bien»*, dijo Carter. *»En los últimos cuatro o cinco años cuando he ido a Egipto no he ido a hablar con Mubarak porque habla como un político. Si uno quiero saber lo que pasa en Oriente Medio hay que hablar con Suleimán. Hasta donde yo sé, él siempre me ha dicho la verdad»*, sostuvo.
Carter también dejó claro que, a su juicio, las protestas en Egipto no son el resultado de una revolución *»orquestada por musulmanes extremistas»*.