Este fin de semana Francia tiene un nuevo proceso electoral precedido por un acto terrorista que tuvo lugar a días de la elección. Francia, que ha sido uno de los países que ha acogido un mayor número de inmigrantes, junto con Alemania, está sufriendo los embates del terrorismo islámico.
El terrorismo busca sembrar terror y temor en la población por afectar a inocentes y su carácter indiscriminado. Un acto de terror a días de un proceso electoral, en países con altas tasas de inmigración, ayuda a llevar agua al molino de quienes postulan la necesidad de imponer restricciones, cerrar fronteras, agitar nacionalismos, perseguir y reprimir a grupos específicos.
La llegada de Trump a la presidencia de USA ha animado a quienes buscan expulsar a los inmigrantes, levantar muros, exacerbar espíritus nacionalistas. Es así como en el continente europeo está siendo puesto a prueba el espíritu comunitario que emergió después de la segunda guerra mundial.
Preciso es recordar que países que estuvieron en guerra, en bandos opuestos, fueron capaces de proyectarse hacia un futuro común, dando origen a la Unión Europea, la que hoy está siendo amenazada. La decisión del Reino Unido de sustraerse a las exigencias que impone la pertenencia a la Unión Europea constituye un punto de quiebre en la tendencia. Así como en el pasado los países deseaban ingresar a la Unión Europea, hay no pocos ponen en duda la de seguir perteneciendo a ella.
Resulta toda una paradoja que en tiempos de globalización, de internacionalización, de reducción de costos de transporte y comunicación, cuando la tecnología está posibilitando intercambios comerciales, culturales, financieros y humanos sin precedentes, esté renaciendo un nacionalismo que creíamos superado.
Francia, el país de la revolución francesa, de la libertad, igualdad y fraternidad, está viviendo tiempos difíciles. Que la representante de la derecha nacionalista, Marine Le Pen, tenga la primera opción para salir ganadora en la primer vuelta electoral de este domingo, constituye toda una regresión en relación al camino que debemos seguir como seres humanos, el de aceptarnos, acogernos, querernos.
La información disponible indica que Le Pen gana y que habrá segunda vuelta. Lo que no se sabe es quien sale segundo. Salvo sorpresas de última hora, quien se vislumbra es Macron, ex-ministro de Hollande, quien irrumpió con fuerza al caer los bonos del candidato conservador Fillon, por acusaciones en su contra relacionados con actos de corrupción en que estaría involucrada su esposa. Pero hay varios candidatos más y podría haber sorpresas.