Por Rasoul Goudarzi
Este viernes, Siria fue testigo de un acto sorprendente por parte del presidente de EEUU, Donald Trump, quien ordenó atacar la base aérea de Al-Shairat.
El ataque se realizó con 59 misiles tipo Tomahawk, contra una de las bases aéreas más grandes del país árabe que lideraba las ofensivas sirias contra los terroristas en la zona.
En este artículo estudiamos los motivos detrás del ataque que están relacionados con la situación en Siria y lo que está pasando en el territorio estadounidense, además de analizar sus consecuencias para la seguridad mundial ante el terrorismo takfirí.
Situación en Siria
El ataque se llevó a cabo en un momento trascendental, en el que Siria después de tomar el pleno control de la ciudad de Alepo, considerada como el símbolo de los opositores, aceleró su avance en la lucha contra los terroristas y estaba ganando más territorios, algo que tuvo efecto directo en las negociaciones con la oposición. Justo después del avance significativo del ejército sirio en el terreno, la oposición se sentó en la mesa de diálogos en Astaná (capital de Kazajistán), donde por primera vez se vio un avance en las negociaciones y se estableció un alto el fuego relativamente estable por varias semanas en Siria. Todo indicaba que la situación en el país árabe y las conversaciones se encaminan hacia un resultado constructivo.
Sin embargo, lo que estaba pasando en el país árabe era absolutamente inaceptable para el frente saudí-occidental que habían invertido miles de millones de dólares para derrocar al gobierno de Bashar al-Asad. De un lado, ellos veían a una oposición más débil que nunca y por el otro, el presidente Bashar al-Asad que ya tenía la iniciativa de restablecer la situación en el país.
En estas circunstancias y para afectar la voluntad de Siria, Irán y Rusia en la lucha contra el terrorismo y derrocar a Asad, se necesitaba una excusa y la mejor de todo era un ataque químico, para luego convencer a la opinión pública mundial de que la tragedia sigue en Siria y que ya es el momento de poner fin a la violación de derechos humanos en el país árabe, lo mismo que se hizo con el dictador iraquí, Sadam Husein, en 2003. Y de este modo, se llevó a cabo un ataque químico contra Jan Sheijun, en la provincia noroccidental de Idlib, asalto que se saldó con 86 muertos y generó imágenes impactantes.
No obstante, las acusaciones contra el gobierno sirio y echar la responsabilidad del ataque al ejército sirio es algo lejos de realidad por varios motivos. Primero de todo, es que después de que el expresidente estadounidense, Barack Obama, amenazara a Siria con una guerra directa en 2013, Damasco en el marco de un acuerdo entre Rusia y Estados Unidos, firmado el 14 de septiembre de 2013, destruyó sistemáticamente todo su arsenal de armas químicas. Además, el proceso de desarme químico sirio se llevó a cabo con el apoyo logístico y administrativo de Naciones Unidas.
El segundo motivo que nos hace difícil creer que el gobierno sirio llevó a cabo el ataque es la situación en el país árabe. Después de 6 años de guerra, Siria es testigo de una tregua casi estable y las negociaciones entre el gobierno y la oposición han sido constructivas. Teniendo en cuenta los dos factores importantes mencionados, se puede decir que el ataque era vital en la política exterior estadounidense para frenar el proceso positivo en Siria.
Situación en EEUU
A parte de lo que estaba pasando en Siria, el ataque del viernes de EEUU podría estar relacionado con lo que experimenta Donald Trump en su país.
La agresión estadounidense contra la base siria, se llevó a cabo justo en el momento de alta tensión dentro EEUU y el inicio de una investigación acerca de la relación entre Trump y Rusia. Unas investigaciones que podría incluso terminar en la detención de los allegados del presidente estadounidense. Esto, debido a que Trump tanto desde el punto de vista de su pueblo como a nivel internacional es reconocido como aliado de su homólogo ruso, Vladimir Putin, por lo que necesitaba hacer algo para descartar las acusaciones y así atacó aliado principal de Rusia en Oriente Medio.
El otro motivo, reside en que en los últimos meses casi todos los planes y las reformas propuestas por Trump fueron rechazados en el Congreso, desde la reforma migratoria hasta Trumpcare. Sin embargo, la medida militar contra Damasco, por primera vez se unió a todos los senadores, incluso a los demócratas a su favor.
El otro factor residía en la presión del lobby sionista en EEUU, además de Arabia Suadí contra Trump por adoptar una postura diferente de Obama en la política exterior, especialmente acerca de Siria. Esto después de las declaraciones del secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, en Turquía donde dijo que el propio pueblo sirio debe decidir el futuro de Asad. Así que después del ataque a Siria, los sionistas, saudíes y turcos acogieron con beneplácito la iniciativa de Trump.
Consecuencias de atacar Siria
Atacar a Siria, un país que lleva más de 6 años luchando contra los terroristas takfiríes que reciben apoyo logístico y financiero por parte de Arabia Saudí, Catar, Turquía y países occidentales, es equivalente a no solo luchar contra el gobierno sirio, sino significa el fortalecimiento de los terroristas que están a punto de fracasar en Siria e Irak, dos principales centros de operación de grupos terroristas.
En este contexto, se debe mencionar que el fortalecimiento de los terroristas significa el aumento de actos terroristas en todo el mundo, cuyo efecto estamos viendo cada día en diferentes países. Cada día se escucha una noticia de secuestro, atropello de la gente corriente, ataques con bombas en aeropuertos y centros comerciales. Así que, los patrocinadores de los terroristas ya deben saber que el terrorismo no se queda en Oriente Medio y fuera de sus territorios, sino tiene efecto bumerán y afectará a ellos mismos. Por lo tanto, hay que apoyar a los países que están luchando contra este flagelo para restablecer la seguridad y estabilidad en el mundo.