Es gracias a la buena situación económica y los vínculos crecientes entre los estados. Eso redujo la tradicional dependencia de visitas de estadounidenses y europeos, afirma un informe de la Organización Mundial de Turismo (OMT).
América Latina y el Caribe recibieron 56,6 millones de turistas extranjeros el año pasado, un crecimiento del 4,4% frente a 2011, según el estudio difundido.
Para el continente en su conjunto la llegada de extranjeros supuso 200.000 millones de dólares en ingresos, según la OMT, que prevé un alza del turismo de entre el 3 y el 4% para este año en la región.
Un ejemplo de estos movimientos puede verificarse en la llegada de chilenos a Colombia, que creció un 37% el año pasado y viceversa un 26%; mientras que el número de uruguayos en Brasil subió un 14% en 2011 y lo mismo en sentido contrario, según los últimos datos oficiales.
Paula Meirelles, una gerente de marketing brasileña de 41 años, viajó dos veces a Argentina en el último año. «Principalmente lo he hecho porque consigo hacer un viaje internacional en un fin de semana», aseveró a la agencia EFE.
A nivel mundial han aumentado los viajes internacionales por poco tiempo, aprovechando festivos como el de Semana Santa, una tendencia que también se refleja en América latina.
Meirelles destacó la facilidad y el ahorro que supone no necesitar visado o incluso pasaporte para viajar a muchos de los países de la región.
A eso se une la mejora de las conexiones y la buena situación de la economía de América latina, que ha capeado con soltura la crisis mundial y que este año crecerá un 3,8%, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La expansión económica añadió unos 50 millones de personas a la clase media de la región entre 1999 y 2009, un alza del 50%, según un reciente estudio del Banco Mundial, lo que supone una nuevo mercado de turistas interesados en cruzar fronteras.
También se informó que al turismo intrarregional se añaden nuevas procedencias de turistas, como Australia, y que -como en otros sectores- América latina depende cada vez menos de Estados Unidos y Europa.