Este 23 de marzo, en La Morada de Podemos en Madrid, la periodista y escritora argentina Sandra Russo ha participado en un acto por la liberación de Milagro Sala, en el que ha contado datos que se ocultan sobre la líder social. Ha sido dentro de un evento por la Memoria, la Verdad y la Justicia.
Texto: Mayte Quintanilla/Fotos y vídeo: Ángel Bravo y Miguel Ángel Invarato
Sandra Russo, autora del libro sobre Milagro Sala Jallalla: la Túpac Amaru, utopía en construcción, ha participado este jueves 23 de marzo en Madrid, en un acto en el que se ha denunciado la ilegal detención de Milagro junto a otros seis compañeros y en el que se ha pedido su liberación.
Uno de los momento de la intervención de Sandra Russo
El acto ha sido organizado, entre otros, por la Comisión de Exiliados Argentinos en Madrid, el Observatorio Hispano Argentino, Argentinos para la Victoria-Provincia 25 y el Comité Español por la Liberación de Milagro Sala.
En la primera parte, se ha proyectado un video sobre la desaparición en 1976 de seis delegados gremiales de una empresa química de Monte Grande y después se han leído textos de denuncia, algunos de ellos poéticos de la mano de representantes de distintos colectivos.
La segunda parte se ha dedicado a denunciar la injusta e ilegal detención de la líder de la Tupac Amaru, Milagro Sala, junto a otros seis compañeros de la organización barrial, y a pedir su inmediata liberación.
Ha comenzado explicando la situación de Milagro la humanista Juana Pérez, miembro del Comité por la Liberación de Milagro Sala, llamando la atención sobre cómo llegan al poder la mayoría de los gobiernos actuales de Latinoamérica: con una prensa vendida y con jueces corruptos. Unos y otros, servidores de grandes intereses económicos, la misma prensa y los mismos jueces que han ayudado notablemente a que Sala siga encarcelada.
Sandra Russo, en su intervención, nos ha ayudado a visualizar la situación actual de Argentina a través de la vida y obra de Milagro Sala.
Milagro, siendo una niña de catorce años, al descubrir que es adoptada y que sus padres le habían ocultado su origen, abandona la seguridad de la familia acomodada que la había acogido para irse a vivir a la calle. Fueron años de vivir la miseria, momentos duros, pero también de conocer a grandes activistas que le servirían como referentes para el camino que más tarde recorrería como dirigente social.
La Tupac Amaru, movimiento que inicialmente limitaba su acción a la protesta, dio un paso adelante convirtiendo su lucha en ejemplo de construcción de la realidad a la que aspiraba a través de la no violencia activa.
Milagro, que además de sus dos hijos naturales adoptó a muchos chicos de la calle en situación conflictiva con la ley, en un momento en el que en Argentina se robaba por hambre, construyó con ellos y con su pueblo desfavorecido, viviendas, escuelas, cooperativas de trabajo, zonas de juego, piscinas, y centros sanitarios que en ocasiones mejoraban en servicios a los ofrecidos en los hospitales de la clase privilegiada. Todo esto con el trabajo honesto y con muchos menos fondos de los que emplearía en lo mismo el negocio inmobiliario del país.
La llegada de Macri al poder en Argentina, da un vuelco a la historia de Sala y la Tupac, dando alas a su gobernador en la provincia de Jujuy – Gerardo Morales-, quien ordena el encarcelamiento arbitrario de Milagro junto a otros miembros de la organización, con el objeto de destruir la obra de la Tupac Amaru. Una obra que se ha extendido a otras diecisiete provincias argentinas y que es motivo de estudio por parte de otras organizaciones, universidades, etc.
En el momento de ser detenida, Milagro Sala es diputada en el Parlasur. Ni esta circunstancia ni la demostración de que es ilegal su detención y la de los compañeros tupaqueros, hacen que se la excarcele. Diferentes organismos internacionales de derechos humanos, como la ONU o Amnistía Internacional, entre otros, han solicitado reiteradamente su inmediata puesta en libertad.
Para justificar su detención, el gobierno de Morales con la complicidad de Mauricio Macri, suma falsas causas cada semana al expediente de Sala, mientras allana las casas de los tupaqueros y amenaza a toda la población del Country (nombre del barrio de la Tupac Amaru en Jujuy). Se trata, en realidad, de una señal para navegantes, para quienes pretendan oponerse a la entrega del país nuevamente a los grandes intereses internacionales.
Por otra parte, que un porcentaje alto de la población considere que Sala es una “ladrona”, no sólo se debe al desconocimiento de su gran obra, sino a la realidad –según Sandra Russo- del racismo, machismo, patriarcado y clasismo que están todavía en el sustrato cultural argentino.
Esta realidad está facilitando estos encarcelamientos junto a la instalación de una nueva dictadura de guante blanco, que se apoya en los grandes medios de comunicación, vendidos a intereses económicos transnacionales, y en jueces corruptos, como ya apuntáramos al comienzo de este escrito.
Es el fenómeno neoliberal que a nivel planetario se va instalando en más y más países, disciplinando a los pueblos y apropiándose de los recursos y la riqueza que son de todos.
Los asistentes al evento nos preguntamos si hay futuro, y se llegó a la conclusión de que sólo es posible si, como la Tupac Amaru, trabajamos por construir juntos otra realidad, apoyándonos en los que nos une y no en lo que nos separa.