El 22 de marzo es el Día Mundial del Agua. En preparación a este día, en Ecuador se realizarón diversas actividades, tales como el Primer Concurso de Fotografía “El agua nos une” y la cicleada de 6.2 Kms, bajo el mismo nombre. Los 6.2 kms, recordaban a la ciudadanía la distancia que a diario recorren millones de personas para conseguir el agua.
El evento central, realizado el día 22 de marzo, fue el II Foro Internacional de Alto Nivel “El agua nos une”, realizado en la sede la UNASUR, cerca de Quito. En él se dieron cita a alcaldes de diferentes ciudades de la región así como expertos de la Organización de Naciones Unidas – ONU, para discutir en torno al manejo de los recursos hídricos, analizar la situación actual y asistir a la firma de un convenio binacional Ecuador-Perú para actuar conjuntamente en la cuenca Puyango-Tumbes.
Yuri Chillán, jefe de gabinete de UNASUR, expuso la preocupación de dicho organismo que observa cómo los conflictos del agua empiezan a agudizarse a nivel mundial. Afirmó que, de no tomarse las medidas adecuadas, la falta de agua dejará como resultado el desplazamiento forzado de ochenta millones de personas en el planeta, con las consecuencias previsibles en vulneración de derechos humanos como salud, educación vivienda y empleo así como para la paz mundial.
A pesar de que el agua cubre el 75% de la superficie de nuestro planeta, solo un 3% de ella es apta para el consumo humano, sumando agua en estado líquido y en estado sólido. Si a ello agregamos los niveles de contaminación, la disponibilidad del líquido es aún menor.
Actualmente existen 300 millones de personas sin acceso a agua potable y 1800 millones, consumen agua contaminada. Por ello, el compromiso de UNASUR es facilitar las herramientas y el apoyo necesarios para el desarrollo de políticas que garanticen un mejor manejo y tratamiento del agua desde nuestra región.
La cumbre “El Agua nos une” es un llamado de atención sobre la importancia vital, literalmente, del cuidado del agua y sus fuentes. Una alerta sobre nuestra corresponsabilidad para asegurar en el presente, el futuro del agua para todos y todas.