*La espiritualidad Guaraní, un antecedente de la búsqueda humana de un nuevo horizonte espiritual*.

Esta ponencia tiene dos ejes centrales, el primero es mostrar, aunque haciendo referencia a un solo grupo indígena por ahora, los guaraní, el hilo que une el intento humano de los antepasados con el nuestro, dando continuidad a la búsqueda de un significado y un sentido trascendente para la existencia humana; el segundo es mostrar como para fundar una nueva civilización el interés puramente ideológico por un cambio de horizonte, no alcanza, y que es necesario ahondar en la búsqueda de experiencias con sentido, que permitan superar la autocensura que nos tiene atrapados a la ilusoriedad del yo, cuyo correlato social es la cultura, la misma que queremos superar.
Nuestro intento es imaginar un mundo más allá del horizonte que imponen las estructuras mentales de nuestra cultura, intento que se enriquece, sin duda, en el encuentro con culturas diferentes a la nuestra.
Me inspira profundamente sentir en mi interior un hilo que une el intento humano, desde los primeros homínidas que se acercaron al fuego, hasta hoy, para dar un sentido a la existencia. Por eso me interesa ahondar en esa búsqueda humana que da nacimiento a los mitos, porque esa búsqueda no ha cambiado.
Antes de entrar en nuestro tema, creo será útil dar algunas definiciones que atañen al Mito, a la Mística y a la Cultura, inspiradas en materiales de la bibliografía no oficial de Silo .
Definiciones absolutamente revolucionaria en los ámbitos académicos, en donde los esfuerzos para rescatar al Mito de la concepción griega, que desde una observación racionalista, priva de base experimental y menos aun existencial, los consideraba simplemente como fabulas, cuentos, ficción, muestran por el momento solo interrogantes interesantes.
La mística es la experiencia del contacto con lo Profundo de la mente humana, durante la existencia terrenal, un tipo de experiencia muy difícil de alcanzar en que se llega al grado máximo de unión del alma humana a lo Sagrado.
¿Que son los Mitos? Los Mitos son “las traducciones de las señales que vienen del contacto con los espacios Profundos, esos espacios insondables de la mente humana” .
¿Y cómo surge el relato mítico? Un relato mítico puede surgir de la tensión o la necesidad para un grupo humano, en una época, de explicarse el nacimiento del mundo, del hombre, de los animales, las plantas, las reglas de convivencia, la relación con la muerte, son los llamados Mitos de Origen.
Los Mitos Escatológicos, hablan del futuro, del fin del mundo y de su sucesivo renacimiento. “Surgen en el momento en donde todo anda muy mal para los seres humanos de una región, en una época. En medio del caos, la desesperanza, el temor, el sufrimiento y la violencia, el ser humano empieza a imaginar posibilidades futuras que le dan sentido” .
“¿Y donde viven esas imágenes que le dan sentido? “Surgen como traducciones de la relación que los pueblos establecen con sus dioses, en esos espacios y tiempos que se registran más allá de su espacio y su tiempo habitual y más allá de su muerte. El ser humano de esa época traduce esas señales de maneras diferentes, como dioses, diosas, muchos dioses, un solo dios… sin dioses que le sugieren cosas, que le indican caminos, que contestan a interrogantes” …
¿Y cómo el Mito forja la cultura? Los Mitos de Origen, por ejemplo, explican a los hombres sus normas de comportamiento, sus reglas sociales, su moral, sus valores y creencias y todo esto es parte de la cultura.
Dadas estas mínimas explicaciones podemos empezar a hacernos las preguntas del caso:
¿Porque hablar de mitos antiguos hoy? ¿Porque creer que en la base de los mitos antiguos, duermen respuestas importantes para el hombre de hoy?
Para nosotros los Mitos develan “grandes verdades interiores, verdaderos estados mentales simbolizados con objetos propios del mundo externo” . Los Mitos hablan de una búsqueda profunda, de una condición interna, existencial, que hasta hoy no ha cambiado. Conocer esos intentos del pasado, nos ayuda a recomponer lo más importante de la historia humana, para mostrarla al hombre desacralizado de hoy, que sigue buscando un sentido sin poder encontrarlo todavía.
Es evidente entonces que estas investigaciones tienen que ver más con nuestra existencia y nuestro futuro como especie, que con un interés puramente investigativo.
Entendemos que la antecámara de la conexión con los espacios profundos es la conciencia inspirada, el trance de los chamanes, un estado de la conciencia que rompe con la percepción habitual para lanzarse a otros espacios mentales. “Esas experiencias inspiradoras sirven de puente de unión entre los dos mundos. Es necesario recorrer ese puente para ubicarse en ese otro mundo, sino esas señales no se traducen. Debe haber una visión, una sospecha de que hay algo más allá de la percepción habitual” .
¿Y porque una conciencia inspirada debería dar un paso más buscando el contacto con lo Profundo de la mente?
Una marcha multitudinaria puede inspirar, un concierto, una puesta de sol, un enamoramiento, una vacación en un lugar paradisiaco. ¿Y con eso que hacemos?
La necesidad de avanzar hacia lo profundo de la mente, tal vez se da porque con fuerza, pasión y sentido nos decidimos finalmente a superar la autocensura, es decir ese sistema de acciones reflejas, mecánicas, que nos sirven para relacionarnos y actuar en este mundo y que no estamos dispuestos a abandonar.
Conocemos mitos, como el de Gilgamesh que ha querido alcanzar la inmortalidad y no obstante el intento no haberlo logrado. “Gilgamesh, sometido a la prueba de no dormir por seis días y siete noches, para alcanzar la inmortalidad, se queda dormido. El Lejano dirigiéndose a su mujer dice: “Míralo, mira a quien busca la inmortalidad!”. Despertando Gilgamesh se quejó amargamente por el fracaso: “Adonde iré? – Dijo – La muerte está en todos mis caminos”. Utnapishtim, contrariado, ordeno’ al barquero que regresara al hombre, pero no sin piedad y por él decretó que sus vestiduras jamás envejecieran, así nuevamente en su patria habría de lucir esplendido a los ojos mortales” .
Tal vez Gilgamesh tampoco había logrado superar el embate contra la autocensura, que representa “el desarrollo de la disposición a abandonar el sistema de creencias y valores del yo cuyo correlato social es la cultura y a crear una visión diferente de cómo son las cosas y cómo se debe actuar respecto a ellas” .
Hoy los pueblos logramos bastante más superar la censura externa, que empieza a ponernos en rechazo con el estado de las cosas públicas, con la injusticia social, la violencia en todas sus manifestaciones, pero el mundo de la autocensura aún tiene un fuerte arraigo en los pueblos.
Creemos que los fundamentos de una nueva civilización deben necesariamente surgir de la superación de la autocensura, porque si nos tomamos la libertad de buscar lo bello y lo bondadoso en nosotros mismos y en nuestras relaciones humanas, o en lo que hacemos, si aprendemos a reírnos de la decadencia humana, con bondad e ironía, si hacemos lo que nos gusta, si buscamos vivir relajados, aprendiendo a superar la tiranía de un cuerpo tenso que quiere todo para sí, si empezamos a pulir la energía de la bronca y de la indignación, dirigiéndola hacia las aspiraciones, estaremos abriendo el camino al destino humano universal, fuente de nuevo Mito.
Gilgamesh muestra el intento humano de superarse, pero se ha quedado en el camino. Alegóricamente, no logró abandonar el deseo mundano de “Lucir esplendido a los ojos mortales”.
¿Y nosotros, estaremos dispuestos a superar a la autocensura que nos tiene atados al sistema de valores y creencias que guía nuestras vidas? ¿Podremos elevar nuestros deseos?
Con esta premisa existencial, el contacto con lo Profundo se vuelve una verdadera necesidad y una posibilidad, es así que la mente empieza a mostrarnos la poesía y la grandeza de la existencia humana, pincelada de la bondad, la sabiduría, la fuerza de lo trascendente, el amor y la compasión. Y en un proceso imparable de retroalimentación, la vida es trasformada, irrumpe con fuerza lo que le da un sentido, alivio y alegría, más allá del horizonte conocido.
También los guaraníes han hecho el intento de superar la condición profana de su propia cultura. En su mito de la búsqueda de la Tierra sin Mal, Yvy Maraney – un ejemplo del Mito del Eterno Retorno – querían alcanzar “… el mundo perfecto y puro del comienzo, cuando éste acababa de ser terminado por el Creador y los antepasados de las actuales tribus vivían entre dioses y héroes…”
Según Hélené Clastres – antropóloga francesa – “ … esa búsqueda se transforma en el rechazo de su cultura, porque ésta separa a los hombres de los dioses, por eso la vía de la Tierra sin Mal es la renuncia a la vida social cuyas reglas y leyes son imperfectas, Tecko Achy, que literalmente significa la vida enferma. Así la vida en este plano traduce esta ambigüedad de la condición humana: seres elegidos para acceder a una condición trascendente, pero atrapados en un mundo engañoso en donde las cosas no son más que una apariencia de lo verdadero” .
En el siglo XVI, para acelerar su llegada a la Tierra sin Mal, los guaraní renunciaban a toda actividad profana y bailaban día y noche, alrededor de fogones y estimulados por sus profetas, tribus enteras se ponían en viaje en búsqueda de su Tierra prometida en donde se podía alcanzar el Kandire, acceder a la inmortalidad sin pasar por la prueba de la muerte, un modo de enunciar la posibilidad para los hombres de ser ellos mismos sus propios dioses. “Los Tupi Guarani eran muy sabios- sigue la Clastres- , ya que sabían que para gozar de esa condición tenían que buscar la mediación con los dioses, el viaje ascético que enseña que hay que saber abandonar lo humano para que el dios se realice en el hombre. Sabían que la muerte de la cultura era el precio a pagar para compartir la felicidad de los dioses” .
Los karai en sus sueños o en sus vuelos chamanicos preveían la inminente catástrofe, de ahí la fuerza para emprender esos viajes de años. La creencia de la inminente catástrofe y del fin del mundo entre los Guaraní radicaba en el hecho de que el mundo degenera por el simple hecho de que existe y debe ser periódicamente creado de nuevo; por lo tanto el fin del mundo es necesario, para que pueda haber una nueva creación.
Esta creencia se asemeja en su significado a nuestra idea de que para construir un mundo nuevo, es necesario superar a la autocensura que nos tiene atados a valores y creencias decadentes.
¿Cuando en los Mitos del Eterno Retorno se hace referencia a Diluvios, al fin del mundo, no se estará traduciendo la necesidad de la “muerte” de la cultura, como limite mental que dificulta el acceso a los valores universales del hombre, como la necesidad de volver a los origines cuando los hombres convivían con los dioses? En los Mitos del Eterno Retorno, presentes en todas las culturas, a la muerte siempre sigue un nuevo nacimiento, bajo nuevas y mejores condiciones para los hombres. Si comprendemos que los Mitos son traducciones de la conexión con los espacios Profundos, traducciones de verdaderos estados mentales, no tendremos ningún problema a hablar de muerte, ya que en esos espacios la muerte, como fin de todo, no existe, todo lo contrario a la muerte sigue un nuevo nacimiento.
Los Mitos antiguos traducen miradas que o desde el futuro o desde el pasado, presentan al hombre contemporáneo un estado de la existencia que supera ampliamente la vida imperfecta de la cultura.
¿Y de donde recuperaban la fuerza los Guaraníes para superar su cultura?
Es en los textos Míticos Ayvu Rapyta (el fundamento del lenguaje humano) de la Cosmogonía de los Mbya-Guarani del Guaira, del Paraguay en donde encontramos la respuesta.
Los guaraníes antiguos tomaban contacto con su Fuerza interior gracias a los estados excepcionales en los cuales entraban, renovando en sus ritos la conexión con los dioses. El chaman de la comunidad, el karai, en el Opy, es decir la Casona de los Rituales, se retiraba para fumar, entraba en éxtasis y empezaba a pronunciar las bellas palabras, las ñe’e porá, frente al sol naciente.
Alrededor de fogones, con sus danzas, al canto del Himno Sagrado de los chamanes, nexo con los dioses, cuyas lindas palabras eran para los hombres la guía para alcanzar el agudjé, la vida perfecta.
Las Ñe`é porá representan la guía para los hombres para obrar como dioses en este plano de la existencia. Presentamos solo una parte del Mito, por cuestiones de tiempo, pero el Mito sigue relatando el nacimiento de la Primera Tierra, la creación de la Humanidad, la concepción de la Muerte, El Diluvio, La Nueva Tierra, La Medicina Mística, la medicina racional, Las imperfecciones humana y la enfermedad, Los preceptos que dejaron nuestros Buenos Padres para nuestro gobierno.
Aquí algunas de esas palabras:

“El verdadero Padre Ñamandú, el primero-último,
De la sabiduría contenida en su propia divinidad
Y en virtud de su sabiduría creadora,
Antes de existir la tierra, en medio de las tinieblas primigenias,
Antes de tenerse conocimiento de las cosas,
Creó aquello que sería el fundamento de la palabra humana
E hizo Ñamandú que formara parte de su propia divinidad.

Habiendo concebido el origen del futuro lenguaje humano,
De la sabiduría contenida en su propia divinidad,
Y en virtud de su sabiduría creadora,
Concibió el fundamento del amor.

Habiendo creado el fundamento del lenguaje humano,
Habiendo creado una pequeña porción de amor,
De la sabiduría contenida en su propia divinidad,
Y en virtud de su sabiduría creadora,
El origen de un solo himno sagrado
Lo creo en su soledad antes de existir la tierra,

Habiendo creado, en su soledad, el fundamento de la palabra Humana.
Habiendo creado, en su soledad, una pequeña porción de amor,
Habiendo creado, en su soledad, un corto himno sagrado,
Reflexionó profundamente
Sobre a quién hacer partícipe del fundamento del lenguaje humano,
Sobre a quién hacer partícipe del pequeño amor,
Sobre a quién hacer partícipe de las series de palabras
Que componían el himno sagrado.
Habiendo reflexionado profundamente,
De la sabiduría contenida en su propia divinidad,
Y en virtud de su sabiduría creadora
Creó a quienes serían compañeros de su divinidad…
Creó a los ñamandú de corazón grande
Para padres de sus futuros numerosos hijos”
Héléne Clastres dice: “La Palabra contiene una estructura que une la dimensión humana y la espiritual, ambos atributos la convierten en un Ser con vida y alma propias y cuyo origen mitológico se encuentra en el Mundo del Cielo en donde cabalga como un carro alado. El pueblo Guaraní cree que el concepto de Ñe`é – Palabra y Alma al mismo tiempo – significa la comunicación con los dioses, que se realiza a través de medios cognoscitivos como los sueños, el éxtasis y la revelación”.
¿Y de donde recuperamos nosotros la fuerza para lanzarnos a semejante camino? El camino del sentido para superar nuestra decadente cultura.
Personalmente he llegado hasta aquí porque me han impactado experiencias simples e inspiradoras como el sentirme atraída por un cielo estrellado, haber quedado extasiada frente a una puesta de sol en el mar, o sentir de repente una alegría inmensa, una comunión perfecta con todo lo existente. Esas experiencias han activado en mí una búsqueda insaciable de la vida – decía en uno de mis diarios de adolecente.
He valorado esas experiencias, no las he degradado para nada, todo lo contrario, que me han guiado en mi búsqueda de un sentido.
Profundizando en esas experiencias u otras que rompen con la percepción habitual – que todo ser humano al menos una vez ha vivido en su vida – se puede llegar a conectar con la Fuerza, con esa energía mental, que dirigida por un gran Propósito, por lo que creemos es lo más importante para nuestras vidas, es posible llegar a construir un nuevo Mito como traducción de los más grandes Propósitos de los individuos y de los pueblos.
Y lo más extraordinario hoy es que en este intento los pueblos del planeta llegaremos a encontrarnos luego de milenios de intentos separados. El nuevo Mito tendrá por primera vez una portada universal, porque los pueblos del mundo hoy, viviendo interconectados descubrimos que no solo padecimos la misma violencia, no solo aspiramos a lo mismo, sino que además todos, mas allá de lo que nos hace aparentemente diferentes, somos fundamentalmente un gran pueblo psíquico que superando el apego a la propia cultura particular traduce de los espacios Profundos el mismo Mito. Un Mito que hoy no necesita explicar a los hombres como se creó el universo, las plantas, los animales, en eso la ciencia ha dado y está dando su aporte, aportes que son herencia del proceso humano. Si creemos que este nuevo Mito debe sugerir a los humanos como relacionarse entre si, como organizar su vida social para que haya justicia, mismas oportunidades para todos, como será la economía, la educación, el trabajo, el ocio, etc..
Agradecemos a todos nuestros antepasados por haberse lanzado en esta búsqueda. Agradecemos también a los que vendrán porque es también pensando en ellos, en el futuro, que se nutre este deseo.
Agradecemos a cada uno de nosotros por ser el anillo que une el pasado con el futuro de la humanidad, el comienzo de un nuevo Mito.