«Se trata antes que nada de una cuestión escandalosa para todos los europeos», declaró Reding en una conferencia de prensa en Lausana sobre el futuro de las relaciones entre Suiza y la Unión Europea (UE).
«Tenemos en Europa la mayor minoría -10 millones de personas- que viven en la pobreza absoluta, que no tienen acceso a la vivienda y muchas veces no tienen acceso a la sanidad», destacó.
Para Reding, es especialmente «escandaloso» que los niños de la comunidad gitana no puedan ir a la escuela.
La vicepresidenta de la Comisión Europea desató en septiembre una polémica en Francia, acusando al gobierno galo de discriminación respecto a las gitanos. De vuelta a este episodio, Reding señaló que espera que «esta excitación habrá servido (…) para hacer evidente que estamos en un estado de derecho y que los ciudadanos, sean cuales sean, tienen derechos».
«Tenemos la obligación de resolver la extrema pobreza y la no escolarización de los niños gitanos», insistió.
Reding precisó que había pedido que cada Estado miembro le presentara «su programa de integración de los gitanos».
El 28 de octubre, la comisaria de Justicia declaró que «Francia continúa bajo vigilancia. Seguimos examinando los informes que nos han sido transmitidos por las autoridades francesas».
Francia desmanteló centenares de campamentos ilegales de gitanos y expulsó, desde principios de año, a más de 8.000 ciudadanos rumanos y búlgaros. Las autoridades francesas evitaron sin embargo un procedimiento de infracción por aplicación insuficiente de una directiva europea de 2004 sobre la libre circulación de los ciudadanos de la UE.
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