El gobierno francés ha liberado 300 millones de euros para ayudar a los haitianos (podríamos cuestionar todo este despliegue, pero eso no es el caso), bueno, malo o regular según los puntos de vista. Parece mucho. Pero es que la misma semana el gobierno habilitó mil millones para los comerciantes parisinos. No hay dudas, los comerciantes son más numerosos y están en situación más delicada.
Debemos tener en cuenta que la relación Francia-Haití es muy extensa, Haití nunca aceptó ser colonia francesa, lo cual los condenó a tener que pagar una indemnización millonaria a todos los esclavistas y terratenientes franceses que perdieron sus negocios. Cuando se terminaba de pagar la deuda, se volteaba al gobierno y se ponía unos Duvalier para que tomaran más deuda y así se transformara todo en un cuento de nunca acabar.
Otro lector le pide a la cadena nacional de televisión francesa un poco más de coherencia. Periodistas enviados en Afganistán fueron relevados de su cargo por tomar riesgos innecesarios. Claro, están en un país *“peligroso”*. Pero no es eso lo que informan cuando ensalzan al gobierno de Karzai y el buen trabajo de los soldados franceses. Mucho menos cuando envían de vuelta a casa cientos de refugiados afganos que deambulan sin papeles por París y otras ciudades. Para ellos es un buen destino y no es peligroso volver a casa.
**Identidad histórica**
La gran discusión de este momento en Francia es la identidad nacional, qué es sentirse francés, cómo se reconoce a un francés por la calle. Es que ahora resulta que las nuevas generaciones no quieren cantar la Marsellesa. Esta discusión está muy emparentada a otras que han tenido lugar en Austria. Austria es el país donde surgió el Partido Nazi y de donde se sustentó todo el advenimiento nazista alemán. Un porcentaje importante de la cúpula nazi eran austríacos. Sin embargo la historia nos cuenta que ellos no formaron parte del eje, si no que fueron víctimas. Digamos que se salvaron por los pelos de todas las acusaciones y pudieron seguir con su vida impunemente. No importaron los miles de judíos exterminados por el gobierno austriaco durante la Segunda Guerra Mundial. Bueno, los nazis cambiaron de nombre, mutaron un poco, ni siquiera se maquillaron demasiado, formando el partido que tomó el gobierno de la mano de Haider. Lo malo es que no son una minoría que arrastra a las mayorías, si no al revés, son mayoría los austriacos que piensan que el nazismo fue bueno para su nación. Quizás a fuerza de matar disidentes ya no queden muchos representantes de las posibles minorías. Triste historia.
Ramiro Santisteban, uno de los 1200 españoles que sobrevivieron al infierno de Mauthausen, cuenta en una reciente entrevista, del olor repugnante de los crematorios que funcionaban todo el día y que podían sentirse a kilómetros de distancia. Él habla de la desconfianza que le generan esos austriacos capaces de negar que esos hechos sucedieran. Pasó cinco años en dicho campo de exterminio, por donde se calcula que pasaron unos 10 mil españoles, marcados con el triángulo azul de los apátridas.
Medio millón de republicanos escaparon de la muerte cruzando los Pirineos y la mayoría se enroló en la resistencia para detener el avance fascista. Primero fue el gobierno francés quien los encerró en campos de concentración. Más tarde fueron los alemanes quienes no sabiendo qué hacer con tanto españolito se pusieron en contacto con el gobierno vencedor de la guerra civil, que les comunicó que más allá de los Pirineos no había españoles.
**Mundo de quimeras**
Hace unos meses la televisión francesa emitió un documental francés sobre la Segunda Guerra Mundial: *“Apocalipsis”*. Una especie de película de acción, con escenas reales, coloreadas y que salta de una batalla a otra sin respiro. Contando una cronología muy sesgada (muy criticada por los historiadores por su falta de rigurosidad). La voz en Off nos explica que *“en el 33 los comunistas, guiados por Moscú, eran poderosos en Alemania y a la vez eran intransigentes y ello llevó a que el pueblo se rebelase elevando a Hitler al poder”*.
Una linda parábola para tirar las culpas a los rojos, siempre los rojos, que además de comunistas fanáticos eran judíos. Una justificación muy burda y tirada de los cabellos.
Está de más decir que la equiparación es total entre Hitler y Stalin, quedando éste último siempre como el malo devenido aliado para quedarse, a la postre, con territorios.
Propaganda pura y dura, esta gente nos quiere vender una quimera, sustentándolo con imágenes, es tremendo. Me hacía pensar en las imágenes defendidas por Colin Powell cuando nos explicaba que Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva.
Los creadores de la obra justifican su falta de rigurosidad en que es un producto masivo, tuvo 7 millones de espectadores. O sea que no sólo es mentira muchas de las cosas que cuentan, si no que además las difunden a los cuatro vientos. ¡Qué mundo!
El año comenzó con el pánico de la Gripe A, un estresante panorama de epidemia mortal martilleaba nuestras cabezas. El bulo no coló pese a que el gobierno francés se ha gastado miles de millones de euros en vacunas para la Gripe A. No consiguen que la gente se las de. Mandan cartas invitando a la gente a pasar por cualquier centro de salud y dársela gratuitamente.
Todo es tan turbio…
**Berlín: un muro al revés**
Esto me trae a la caída del muro de Berlín y esa unificación alemana que ha creado alemanes de primera y alemanes de segunda. Donde occidente se ha devorado a oriente. Fueron reemplazados todos los profesores universitarios, cerrados los museos, quemados libros para hacer lugar a todos los libros que llegaban del oeste, de la tierra de las libertades. Estuve en Berlín y pude ver como la oriental y la occidental son dos ciudades completamente separadas y una es casi fantasma, condenada a ser derrumbada y reemplazada por los neones publicitarios y el despilfarro consumista. En Alexanderplatz no queda nada que recuerde su pasado comunista, todo son shoppings. Muy triste.
Estamos hablando de la Alemania de Bertold Brecht, de Thomas Mann. Están ninguneando una parte muy valiosa de su cultura. Se cerró toda la infraestructura industrial, científica y técnica de la RDA. En los museos los artistas del Este sólo pueden exponer las obras que han hecho después de 1989. ¿No es una locura?
Todo lo que tiene tufillo a comunismo es satanizado. Absurdo posmoderno.
*»Vivimos en un mundo en el que nos
escondemos para hacer el amor…
pero la violencia se practica a plena luz del día»*
-John Lennon-