Artes Gráficas Rioplatenses (AGR), perteneciente el grupo empresarial de Magnetto, despidió al personal de uno de los talleres. Rodeados de policías y gendarmes, y cercados por vallas, los trabajadores están dentro de la planta y advierten que la patronal busca “no tener empleados bajo convenio”.
El Grupo Clarín despidió a 300 obreros de Artes Gráficas Rioplatense (AGR), firma que integra ese conglomerado empresarial y es una de las más grandes del país en su tipo. Mientras la fábrica fue rodeada por policías, gendarmes y agentes de vigilancia privada, los trabajadores permanecen adentro y denuncian que no existe “quiebra” sino que están “tapados de trabajo”, y que se trata de un “lock out patronal” para no tener empleados bajo convenio y así “precarizar” el empleo.
En esas instalaciones, situadas en el barrio porteño de Pompeya, se imprimen las revistas Viva, Rumbos, Genios, Jardín, Miradas de Cablevisión y los suplementos opcionales del diario, además de una cantidad innumerable de revistas de otras editoriales, guías telefónicas, libros, manuales escolares y folletería de supermercados. Allí labora el 35 % de las 780 personas empleadas por AGR.
Mientras un grupo de trabajadores había entrado el fin de semana a la planta y mantenía “una vigilia” para advertir que se venía “un vaciamiento” de los talleres gráficos, en el horario de ingreso laboral del lunes se enteraron a través de un cartel que todos se habían quedado sin su fuente laboral. Ahora el lugar está rodeado de policías, gendarmes y agentes de vigilancia privada.
La firma de Clarín emitió un comunicado donde dice que su decisión se debe «a la fuerte reconfiguración que atraviesa el sector de la impresión comercial», y que por ello debe “reestructurar sus actividades, enfocándose en sus segmentos de impresiones digitales variables, distribución y logística”.
Responsabiliza a los delegados del personal por “esta situación extrema”, y los acusa por “rechazar un plan de retiros voluntarios que permitiera adecuar el tamaño del taller a las nuevas demandas», y por «la negativa a que los operarios pudieran ser reasignados a un sector o máquina diferente”.
Justifica a los despidos como “una decisión que la firma no hubiera querido tomar”, peroel taller «lleva cuatro años consecutivos de pérdidas crecientes» y su cierre “es una decisión que apunta a preservar la salud financiera y la fuente laboral de todo el resto del complejo industrial de AGR».
El secretario general de la comisión interna de delegados, Pablo Viñas, denunció que el Grupo Clarín “inició ‘un lock out patronal’”, y que para ello “pusieron un cartel que dice ‘liquidaciones a disposición’”. Agregó que “para salvar financieramente a le empresa echan a todos los gráficos”.
Al desmentir “una situación de quiebra”, el representante de los obreros de AGR afirmó que “estamos tapados de trabajo”, y explicó que se trata de “una especulación por parte del grupo económico que dirige el señor Magnetto para atacar a los trabajadores, con el propósito de que la planta deje de trabajar con obreros bajo convenio colectivo y de ese modo precarizar el empleo”.
También hizo un llamado a organizaciones de todo tipo y a la comunidad en general para concurrir al lugar y “rodear de solidaridad esta lucha. Hemos ingresado a la planta para cuidar nuestra fuente de trabajo. No vamos a permitir que nos dobleguen”, dijo Viñas enfáticamente.