Dos de los activistas detenidos a la entrada del Colegio Las Flores.
El pasado 25 de Marzo de 2012 durante la jornada electoral de las elecciones a la Junta de Andalucía, un grupo de 5 amigos y activistas sociales decidieron ir a votar portando unos folios adosados al cuerpo. En los folios podían verse frases como “¿Cerdocracia? No, Gracias”, “La banca siempre gana y no me da la gana” o “Banca publica sin intereses”. Tras pasar por dos colegios donde votaron dos de ellos, llegaron al Colegio de la barriada de Las Flores. Tras pasar por la urna y votar uno de los activistas, fueron obligados a identificarse por un policía nacional a la salida del mismo. El agente llamó a su superior y a los pocos minutos se presentaron 3 furgones policiales y unos 12 policías. Los 5 activistas fueron detenidos, llevados a comisaria, fichados y puestos en libertad con el cargo de delito contra la ley electoral.
Durante los meses de espera del juicio, el fiscal del caso cambia la acusación por el de alteración del orden publico al no encontrar indicios de delito contra la ley electoral, quedando citados a juicio para el pasado 8 de Noviembre de 2012
Ese día el juicio no pudo celebrarse ya que el juzgado había olvidado citar al policía como testigo de la acusación. Finalmente se da una nueva fecha para el 7 de Marzo.
Tras el juicio, los acusados quedan absueltos al retirar la fiscalía la acusación de desordenes. Durante el juicio la propia testigo de la fiscalía (una de las presidentas de la mesa el dia de los hechos) afirma que no hubo ni gritos, ni desorden alguno durante los minutos que los activistas estuvieron dentro del colegio. Tan solo quedaba el testimonio del policía que según afirman los acusados “se dedicó a mentir abiertamente contradiciendo su propio informe del atestado llegando incluso a afirmar que los activistas pusieron en peligro su integridad física”.
En declaraciones posteriores al juicio, uno de los activistas absueltos, declaraba que “una vez más se ponen de manifiesto las debilidades de este sistema. Se ponen muy nerviosos cuando alguien se salta la norma, meten la pata y después intentan arreglar la cosa de modo chapucero. Agradecemos el testimonio de la testigo que venia citada por la fiscalía que también se saltó la norma y en vez de mentir, contó lo sucedido, dejando con el culo al aire al policía y al propio fiscal, al que no le quedó más remedio que retirar los cargos”.