Este fin de semana fui a Praga a reunirme con otros líderes socialistas y progresistas de toda Europa para discutir cómo combatiremos juntos el ascenso de la derecha populista.
La derecha populista son parásitos políticos que se alimentan de las preocupaciones de la gente y empeoran las condiciones, culpando a los más vulnerables por los males de la sociedad en vez de ofrecer una manera de recuperar el control real de nuestras vidas de las élites que sirven a sus propios intereses.
Pero, a menos que los partidos y movimientos progresistas rompan con un fracasado establecimiento económico y político, son las voces de sirena de la extrema derecha populista las que llenarán la brecha.
Me aseguraré de que los partidos socialistas y progresistas de toda Europa trabajen juntos para encontrar la mejor solución posible que beneficie tanto a Gran Bretaña como a la UE en las negociaciones Brexit.
La presión del Partido Laboral ha obligado a Theresa May a decirle al pueblo británico cuál es su plan para dejar la Unión Europea, después de meses de negarse a proporcionar la transparencia que el pueblo británico merece.
Sin embargo, como la Secretaria de Relaciones Exteriores del partido de oposición, Emily Thornberry, dejó en claro, los conservadores no tienen plan ni soluciones. Los Laboralistas lucharán por un Brexit que funcione para todo el país y no sólo para el club del multimillonario.