Nosotras, mujeres, lesbianas y trans, indígenas, campesinas, urbanas, afros, trabajadoras, estudiantes, feministas integrantes de los Movimientos Sociales del Alba, reunidas los días 29 y 30 de noviembre en la ciudad de Bogotá; analizando la coyuntura de lucha de nuestros pueblos, coincidimos en valorar el lugar que nuestros movimientos venimos asumiendo en el enfrentamiento a las políticas neoliberales, extractivistas, del capitalismo patriarcal y colonial.
Somos parte de organizaciones feministas, de colectivos de mujeres, de organizaciones populares mixtas, y de la diversidad sexual, comprometidas desde el inicio con la propuesta de articulación de los movimientos antimperialistas, bolivarianos, que desde abajo, promueven la creación del socialismo del siglo XXI que soñaron Chávez y Fidel. Creemos que sin feminismo no hay socialismo, y que sin el protagonismo de las mujeres, no hay revolución.
Iniciamos el Primer Encuentro Continental de Mujeres y Feminismos del ALBA, con el impacto de la despedida que el pueblo cubano, y los pueblos del mundo estamos realizando a Fidel. Conmovidas por las huellas que Fidel y la Revolución escriben en la historia de Nuestra América, saludamos a las mujeres cubanas y al pueblo todo, y les expresamos nuestro amor, y el compromiso de seguir el camino de unidad latinoamericana, solidaridad internacionalista y de socialismo como creación heroica de los pueblos.
Realizamos este encuentro en Colombia, en solidaridad activa con las mujeres y los movimientos sociales y populares que hoy enfrentan políticas de exterminio que alcanzan el nivel de un nuevo genocidio. Exigimos al Estado colombiano garantías para la implementación de los Acuerdos de La Habana, para que inicie la fase pública del proceso de paz con el ELN, y que se abra un gran diálogo nacional en el que participen todos los actores de la sociedad colombiana, los movimientos sociales y políticos, y las mujeres en particular.
En este encuentro nos hemos declarado en Movilización Continental Permanente por la Paz con justicia social y contra los femicidios y las violencias machistas, que son parte de las violencias estructurales que sufrimos cotidianamente.
Denunciamos que desde la mayoría de los gobiernos del continente, y de los fundamentalismos religiosos se siguen negando los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, se sigue penalizado el aborto, mueren mujeres en abortos clandestinos, hay mujeres presas por abortos. Hay represión a las identidades lgtbi, y se establecen medidas de control de nuestros cuerpos.
Exigimos que se implemente la educación sexual integral en todos los niveles de escolaridad pública, y que se desarrolle una comunicación no sexista.
A pesar del avance de las derechas en el continente, a través de golpes de estado, militarización, o por la vía institucional, y de las amenazas de desestabilización a diversos procesos de carácter popular, reforzamos la voluntad de lucha que las mujeres estamos demostrando en movilizaciones masivas, en la organización, y en la ocupación de las calles y de las instituciones.
Repudiamos los golpes de estado en Honduras, Paraguay y Brasil. Ni golpes de estado, ni golpes a las mujeres.
Denunciamos la agresión imperial contra Venezuela, el bloqueo silencioso de las transnacionales y de los gobiernos derechistas dirigidos a aislar a la Revolución Bolivariana, atacando específicamente a las mujeres, e intentando agobiarlas económicamente. La derecha local despliega diversas formas de violencia contra las mujeres, pretendiendo desmovilizarlas y alejarlas del proceso de construcción de la revolución.
Acompañamos las luchas descolonizadoras y antimperialistas de las mujeres y del pueblo de Puerto Rico, colonia de Estados Unidos por más de 500 años, que reclaman su independencia total. Exigimos la libertad de Ana Belén Montes, Oscar López Rivera y de todos los prisioneros y prisioneras del imperio. Exigimos la independencia definitiva de las distintas colonias existentes en nuestros territorios, y la desocupación de la Base militar de Guantánamo.
Las tropas militares norteamericanas y sus bases nuestros países, han venido violando a mujeres, contagiando enfermedades, y generando diversos tipos de violencias. Exigimos el retiro de las bases militares del continente. Exigimos el retiro de las tropas de ocupación de la MINUSTAH de Haití, y expresamos nuestra solidaridad con las mujeres haitianas que resisten a la ocupación y que sufren las violencias de esas tropas en sus cuerpos y territorios.
Rechazamos la criminalización y el asesinato de mujeres líderes de las luchas en defensa de los territorios y de los bienes comunes. Exigimos justicia para Berta Cáceres, y para todas las asesinadas en nuestros países, y que cese la persecución militar, paramilitar y los crímenes del sicariato.
Denunciamos los femicidios, que están desangrando a México, Centroamérica, y crecen de manera alarmante en todo el continente, con complicidad de los Estados, las redes del narco, de la prostitución, de la trata y del crimen organizado.
Convocamos a organizar 24 horas de solidaridad feminista contra la precarización del trabajo para el 24 de abril de acuerdo a la propuesta de la Marcha Mundial de Mujeres, y un “Ni Una Menos – VIVAS NOS QUEREMOS” latinoamericano para el 3 de junio del 2017.
Las mujeres reivindicamos nuestro derecho al placer, a la libertad, y al deseo.
Revolución en las calles, en las plazas y en las camas.