El sábado se dieron en el país una serie de actos y marchas en rechazo a la postura del ministerio de Inmigración e Identidad Nacional que dirige Eric Besson, y a la política del presidente de la República, Nicolás Sarkozy.
Bajo el manto de una cruzada contra la delincuencia y en defensa supuestamente de la seguridad nacional, Sarkozy lanzó su campaña de *»limpieza»* en julio pasado, lo cual le granjeó una antipatía creciente en medios intelectuales y políticos.
El cotidiano Le Monde, que también edita una revista cada fin de semana, publicó un largo reportaje de 10 páginas sobre los gitanos en el cual incluyó dos artículos de fondo del escritor italiano Antonio Tabucchi, y de la historiadora francesa Henriette Asséo.
Indignado y en especial mordaz en sus críticas, Tabucchi consideró que los también llamados romíes son los parias y malditos del Viejo Continente, con vergonzosas prácticas racistas y xenófobas en los territorios donde siempre han vivido.
Deberíamos recordar en estos momentos, que en los campos de concentración nazis de Auschwitz fueron cremados entre 500 mil y 700 mil gitanos. Son siempre víctimas, ahora en medio de las crisis económicas, sentenció.
Inmigración irregular y derecho de asilo son los asuntos sobre los cuales deliberan los titulares del bloque comunitario y Canadá. Al respecto el anfitrión señaló:
*»Son países que afrontan los mismos desafíos para continuar honrando su tradición de acogida y de protección, desmantelando al mismo tiempo las redes de inmigración clandestina»*, una aseveración justificativa respecto a los gitanos.
Las pláticas en París servirán además de preparación para la próxima ministerial de la UE en torno al asilo, convocada para el 13 y 14 del mes en curso en Bruselas.