En declaraciones a la prensa luego de una reunión del comité estratégico de la Concertación, Pizarro indicó: *»hemos dicho reiteradamente que es
sumamente importante legislar respecto a las uniones de hecho, y ese es el gran desafío como país. Es evidente que a propósito de esa discusión se va a plantear las uniones entre parejas del mismo sexo, y a mí me parece que ese tema se tiene que dialogar con altura de miras y sin prejuicios»* para luego
agregar: *»es un tema que es bueno dialogar, es bueno conversarlo y avanzar todo lo que se pueda y para eso hay que hacerlo sin prejuicio y sin descalificar a nadie»*.
En cambio el presidente de la Democracia Cristiana, Juan Carlos Latorre, se mostró contrariado por la propuesta del socialista Fulvio Rossi. En declaraciones a la prensa, aseguró: *»nos llama la atención la
propuesta del senador Rossi, pese a que durante bastante tiempo hemos coincidido en la Concertación en la convivencia de legislar y regular sobre uniones de hecho en los términos que he planteado, él plantee una propuesta que claramente no va a ser consensual al interior por lo menos
de la Concertación»* y luego agregó: *»el regular estos aspectos de uniones de hecho, nada tiene que ver con el concepto de matrimonio. Nosotros creemos que deben regularse las uniones de hecho, sean estas entre heterosexuales u homosexuales, sin afectar el hecho de que el concepto de
matrimonio sigue teniendo vigencia para nosotros como la unión entre un hombre y una mujer»*.
Por su parte el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (MOVILH) criticó al futuro presidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade, por su rechazo a la propuesta de matrimonio entre personas del mismo sexo. Al respecto, el dirigente del MOVILH, Rolando Jiménez, afirmó: *»días atrás
hablé por teléfono con Andrade y le propuse sumarse a una mesa de trabajo que avanzará en una reforma al matrimonio que, entre otros tópicos, lo hacía extensivo a las parejas homosexuales, y él se mostró de acuerdo»* y luego añadió: *»durante gran parte de nuestra historia hemos visto como
representantes del Parlamento nos plantean una cosa en privado y en público dicen otra, lo cual junto con ser inaceptable desde el punto de vista ético desprestigia a la política como conjunto»*.